Día del militante

PERON SIEMPRE VUELVE Y ESTA VOLVIENDO

Hace 51 (cincuenta y un) años, el General Perón regresaba al suelo Patrio, coronando
el ciclo de la resistencia peronista; etapa desde 1955 a 1972, donde los militantes del
campo nacional y popular dedicaban todos sus esfuerzos, a pesar de todas las
hostilidades, fusilamientos, bombardeos, prohibición de nombrar a Perón, Evita,
prohibición de cantar o silbar la Marcha, ante posibilidades ciertas de detenciones,
todos los días peleaban por el regreso del Gral.
En esa lucha se forjaron los espíritus más férreos de la militancia peronista, donde el
yo se transformó en nosotros, donde la Patria y el Movimiento realmente estaba por
encima de los nombres, donde los egos se ubicaban muy por debajo del interés del
conjunto.
Este día nos compromete con la épica militante, donde trabajadores, juventudes,
militante en general, concretaban a cabo el “Luche y Vuelve”. Cuando el Cordobazo
había hecho temblar las simientes de la dictadura de ese momento y Lanusse soñaba
con que “a Perón no le daba el cuero” para volver, el 17 de noviembre de 1972 a las
11.20, el vuelo DC-8 de Alitalia aterrizó en suelo argentino. Perón estuvo acompañado
por el secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, y Héctor Cámpora, en una
imagen que quedó inmortalizada. Junto a científicos, efectores culturales, sacerdotes
y un amplio espectro de las fuerzas democráticas del país, descendía en suelo
argentino. Militantes, sobre todo jóvenes, de varias regiones del país, bajo una
pertinaz llovizna, llegaban a Ezeiza para encontrarse con el genera; aunque el
gobierno de facto había rodeado el aeropuerto con miles de pertenecientes a las
fuerzas armadas, igualmente muchos de aquellos habían de cruzar a nado el río
Ensenada. Y en los días siguientes ríos de personas pasaban frente a la casa de
Gaspar Campos para saludar al General que detrás de una ventana veía con lágrimas
en los ojos la lealtad de un pueblo que, con la misma alegría de los años felices, lo

esperaba y entonaba cánticos. En ese lugar se produjeron encuentros políticos e
infinitas charlas con miembros del Partido. Una vez más si bien se levantaba la
proscripción al peronismo, a Perón se lo mantenía fuera de posibles candidaturas con
amañadas y ridículas prohibiciones.
Pero el Líder estaba volviendo, cómo está volviendo siempre, y hoy, más que nunca,
con las amenazas ante los derechos conquistados por los gobiernos peronistas y el
empecinamiento de la derecha para terminar con ellos, teniendo muy en claro, como
sostenía Mario Benedetti: «AUNQUE EL FRIO QUEME, AUNQUE EL MIEDO
MUERDA, AUNQUE EL SOL SE ESCONDA, Y SE CALLE EL VIENTO, AUN HAY
FUEGO EN NUESTRAS ALMAS, AUN HAY VIDA EN NUESTROS SUEÑOS». ¡LA
PATRIA Y EL PUEBLO VENCERÁN! ¡LOS MILITANTES NO DESCANSAMOS!
Celeste Pérez. Militante Peronista