Por Raquel Bonin1
‘No es no misión de la escuela, la de atestar de palabras las cabezas…es en cambio la de abrirles los ojos, llevarlos allí donde resalta la actividad humana, donde se oye el golpear del yunque…llevarlos allí a las fuentes mismas, para que el niño de hoy vea y obre desde niño, a fin de que mañana…tenga robusto brazo y cabeza equilibrada, con suficiente dosis de sentido común’
José Benjamín Zubiaur
Zubiaur, paranaense nacido en 1856, fue alumno del Colegio del Uruguay en la década del
’70 del siglo XIX.
Eran tiempos difíciles. Durante la Presidencia de Sarmiento se produjo el asesinato de Urquiza y la situación de Entre Ríos era compleja con las sucesivas revueltas jordanistas. Situación que continuó en el período de gobierno de Avellaneda.
Los Rectorados de Agustín Alió, Guillermo Seekamp y Clodomiro Quiroga sufrieron el impacto de ese contexto político y social, enfrentado la disminución de los recursos económicos y los disturbios estudiantiles.
La carencia de becas le impidió a Zubiaur ingresar al Colegio al término de sus estudios primarios, por lo que debió trabajar en casa de comercio hasta que logró su objetivo.
Siendo estudiante se desempeñó como celador, bibliotecario y profesor suplente Compartió las aulas del histórico con Martiniano Leguizamón, José Sixto Álvarez -Fray Mocho-, Anastasio Chiloteguy, Máximo Álvarez, entre otros nombres destacados.
Siendo ya estudiante de la carrera de Jurisprudencia, se cerró definitivamente el internado del Colegio, lo cual perjudicaba a los alumnos de lugares muy distantes que debían abandonar sus estudios. En respuesta a esta situación surgió la Asociación Educacionista La Fraternidad, el 14 de mayo de 1877, de la que Zubiaur fue promotor y su primer Presidente.2 Se recibió de abogado en Buenos Aires ante la supresión de la Escuela de Derecho.
Como Rector del Colegio entre los años 1892 y 1899, realizó una intensa actividad y llevó adelante una serie de innovaciones pedagógicas de vanguardia. Los viajes educativos o excursiones escolares. La inclusión de la mujer en el aula tanto de alumnas como docentes con la primera egresada Teresa Ratto en 1895. Los talleres de trabajos manuales de fotografía, carpintería, taraceo etc. La enseñanza de la Educación Física que le llamó ‘juegos atléticos al aire libre’ y el cultivo de actividades deportivas, son algunas de las medidas. Como así también el embellecimiento del patio, la creación del monumento a los fundadores y la biblioteca de Ex alumnos. Su accionar quedó prolija y detalladamente documentado y ese registro se conserva en el archivo ‘Oscar Urquiza Almandoz’ y en la biblioteca Alberto Larroque.
Dejó el Colegio para iniciar una meritoria carrera en el Ministerio de Instrucción Pública de la Nación donde se propuso ampliar la tarea iniciada con tan buenos resultados.
1 Integrante de la Asociación de Ex alumnos del Colegio del Uruguay
2 Emblemático nombre el de esta entidad, que puso de manifiesto el compañerismo y espíritu solidario de los jóvenes, que por otra parte es un sello que distinguió siempre la vida colegial