Formación de la Luna

El martes pasado, para recordar los 52 años de la llegada del hombre nuestro único satélite natural, la Luna, realizamos, como lo habíamos publicitado, una jornada de proyección de la Luna en plaza Ramírez.

Desde ya, agradecemos a los que se acercaron a ver la Luna con una definición exelente pues se proyectaba lo que veía el telescopio sobre una pantalla, en el centro de nuestro principal paseo público.

Llamó la atención de las preguntas realizas, una que sobresalió: “cómo se formó la Luna” ó “de donde vino la Luna”; así que hoy trataremos ése tema: la formación de nuestro satélite natural.

Las misiones Apolo, tenían dos finalidades: la primera, ganar la carrera espacial, para así “demostrar” que los EEUU eran más poderosos que Rusia y la segunda: estudiar el satélite y realizar algunos experimentos en baja gravedad (uno de los más interesantes, fué el de la instalación de los “retroreflectores”, que da por tierra con la idea de que “el hombre no llegó a la Luna”, pero éso es tema de otra columna)

Sigamos con lo nuestro: todos las misiones de Apolo que alunizaron (11, 12, 14, 15 y 16) llevaron astronautas que a pesar de que trajeron muestras, no eran las que permitían un estudio correcto, todos ellos eran personal de las fuerzas armadas de los EEUU, por éso en el Apolo 17, se asignó como astronauta al geólogo Harrison Schmitt con la finalidad de que recolecte muestras que sirvieran para un estudio a profundidad de la Luna.

Una imagen de Schmitt recolectando muestras lunares:

De la recolección de muestras y diversos estudios, la teoría que tomó más importancia y que hoy es prácticamente aceptada es la llamada “Teoría del gran impacto”.

Según ésta teoría, en los albores de la Tierra, hace unos 4 000 millones de años, un impacto con un cuerpo del tamaño de Marte (recordemos, que Marte tiene aproximadamente la mitad del tamaño de la Tierra) que ha recibido el nombre de “Tea” desprendió materia de nuestro planeta y desde luego del cuerpo celeste.

Esta materia, quedó orbitando alrededor de la Tierra, por la fuerza de gravedad se fué aglutinando y luego de unos 20 a 30 millones de años se formó la Luna.

La secuencia de hechos queda graficada en la imagen siguiente:

Éste  es el modelo aceptado de cómo se originó la Luna.

Como dato curioso: se llaman “luna”, a todos los satélites naturales de un planeta, pero la Luna como nombre propio, con mayúscula, se refiere al único satélite natural de la Tierra. Así, por ejemplo, está correcto decir: “A Saturno se le han descubierto 82 lunas al momento”.

La distancia media entre la Tierra y la Luna es de 384 403 kilómetros y todos los años se aleja 3.2 centímetros de la Tierra (éste dato, se ha obtenido con los “retroreflectores” a los que hicimos referencia al comienzo de la columna)

 

El diámetro de la Luna es 3 474 kilómetros (aproximadamente un cuarto del diámetro terrestre: 12 742 kilómetros).

El otro lado de  la Luna es invisible desde la Tierra para siempre, así que es imposible tomar fotografías de la cara sin el uso de sondas espaciales, es el “lado oculto de la Luna” ó “cara oculta de la Luna”.
Curiosamente, el lado oscuro es diferente de la cara visible, tanto en términos de su altitud media y en la tasa de formación de cráteres.

En marzo del 2019 alunizó en la cara oculta de la Luna la sonda china “Change’4” con la finalidad de realizar estudios para la posible construcción de un radiotelescopio en ésa cara de nuestro satélite.

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