Este resultado se logrará gracias al primer patrón nacional de este producto, desarrollado por especialistas del INTI. La nueva herramienta es una llave para la exportación, el ajuste de procesos y su control industrial.
Argentina es uno de los principales productores mundiales de trigo, con un volumen anual que supera las 18 millones de toneladas y en su tercera parte se destina a la molienda gradual y metódica —ruptura del grano seguida de ciclos de raspado de los trozos resultantes, clasificación y compresión de los fragmentos de endosperma obtenidos—. Con el objetivo de mejorar la competitividad de la harina de este cultivo, especialistas del INTI desarrollaron el primer patrón nacional “INTI – MRC 017 – 001” y único en la región, porque incluye parámetros vinculados al comportamiento reológico (deformación de los materiales en respuesta a la aplicación de una fuerza, como puede ser el amasado) que es clave para establecer su aptitud industrial.
Las mediciones para la caracterización siguieron el esquema de la Norma ISO 17034 —sobre requisitos generales para la competencia de los productores de materiales de referencia— y fueron definidas usando una red de laboratorios competentes, seleccionados por el INTI de acuerdo a su desempeño en un ensayo de aptitud de parámetros de calidad en harinas de trigo PARA-04/2019 y a sus antecedentes. El análisis de cada parámetro se lleva adelante regularmente en diferentes laboratorios de cámaras arbitrales, molinos, industrias de segunda transformación, universidades y organismos estatales durante todo el año.