Pasaron más de 10 años, pero pudo cumplir su sueño: Convirtió un barco abandonado en un restaurante

A metros del icónico cementerio de barcos de San Antonio Oeste, en la provincia de Río Negro, donde descansan viejas embarcaciones oxidadas por el paso del tiempo y las mareas, un antiguo pesquero encontró una nueva oportunidad. (señalaron colegas de Infobae)

El barco “Mar del Plata”, condenado al desguace, fue rescatado por Edgar Herrera y Claudia Pincheira, una pareja oriunda de Neuquén que, tras mudarse al sur por este proyecto, decidió convertirlo en un restaurante único en su tipo. Poco más de 10 años después, la idea se convirtió en realidad y hoy la embarcación “flota” simbólicamente como atractivo turístico y gastronómico de la ciudad.

La noticia se divulgó en numerosos medios de alcance nacional y 03442 logró contactar a Edgar con quien dialogó para conocer sobre este emprendimiento y su actualidad.

El gastronómico se siente sumamente orgulloso de lo logrado, algo que muchos en su momento consideraron una idea descabellada y que era muy difícil de lograr.

Pese a todos los pronósticos, Edgar y Claudia, pusieron proa a su sueño y llegaron a buen puerto, no sin pasar tormentas en su viaje.

La idea surgió cuando Edgar todavía era trabajador petrolero y ella psicóloga. Tomando mate frente al cementerio de barcos, a los dos les llamó la atención esa imponente mole de 30 metros de eslora y 4 metros de altura: ella pensó en hacer una casa, pero él la convenció de montar un restaurante, por lo que tras consultar con Prefectura y asegurarse de que la nave no presentaba conflictos judiciales, contactaron a la empresa propietaria, que decidió cederles la embarcación de forma gratuita.

El barco estaba abandonado hacía casi dos décadas y su desguace era muy costoso, por lo que ante esta idea, los propietarios les cedieron los derechos del viejo barco, la documentación, que dejaba el camino abierto a las posibles refacciones.

“Para que el proyecto funcionara se debían ajustar numerosos detalles y permisos con medioambiente, municipio, Prefectura, entre otras cosas y esto llevó a demoras para iniciar y luego seguir adelante, por lo que el tiempo fue pasando y llevó más de 10 años lograr el objetivo”, señaló Edgar a 03442.

Trabajo artesanal

“Muchos no me creían cuando les decía que iba a sacar ese barco y lo iba a poner en la vereda para hacer el restaurant. Yo creo que era de loco, pero se logró. Yo trabajé muy duro en esto e hice casi todo, creo que el único que entró ahí, fue el gasista porque debía ser un matriculado para estas instalaciones. Fue un trabajo de hormiga y por eso es una satisfacción haber llegado a donde estamos hoy. El tiempo paso y no fue fácil, pero hoy gusta tener un barco en la vereda”, contó el empresario gastronómico.

En su relato Edgar destacó a su personal, señalando que “Nos acompañaron siempre y prácticamente ya son familia nuestra porque son una gente ejemplar que se comporta y trabaja muy bien. Mozos con  buena atención y especialistas en mariscos en nuestra cocina, cuyos platos son muy ponderados y trabajamos con mercadería fresca”.

Edgar y Claudia tomaron la decisión de mantener el nombre original del buque, “Mar del Plata”, ya que cambiarle el nombre a un barco se considera de mala suerte.

Debieron reconstruir partes como el puente de mando, que era de aluminio y se rompió durante el levantamiento, el interior fue modificado lo mínimo posible.

“Quisimos conservar su espíritu. Solo hicimos algunas superficies planas para poder ubicar las mesas, pero su esencia se mantiene”, explicó Edgar.

Sin lugar a dudas, más allá de la muy buena propuesta gastronómica, el atractivo principal para quienes lo visitan, es el propio barco, donde todos quieran sacarse fotos ya que es el único barco restaurante en la zona.

Una ciudad muy visitada

Numerosos turistas pasan por San Antonio Oeste, ciudad cabecera del departamento San Antonio, en la provincia de Río Negro, Argentina, ubicada sobre la costa atlántica rionegrina. Su principal actividad es la extracción de productos de mar y su posterior comercialización, por lo que cuenta con un pequeño puerto dedicado a esta actividad. Sin embargo, esta ciudad se hizo fuerte e importante a partir de la habilitación, a 60 kilómetros de allí, del Puerto de Aguas Profundas San Antonio Este en 1983. Desde allí sale la fruta rionegrina que se exporta al mundo. El Puerto posee una importancia absoluta dentro de nuestra Patagonia ya que se trata de uno de los centros portuarios con mayor movimiento de mercaderías al año.

Dentro del municipio de San Antonio y a 15 kilómetros de allí, se encuentra el famoso balneario Las Grutas, uno de los centros turísticos más concurridos de la Patagonia.

El Ejido Municipal de San Antonio Oeste abarca entonces tres núcleos: San Antonio Oeste, Puerto de San Antonio Este y Las Grutas. Estos puntos conforman un circuito turístico de excelencia con diversos atractivos y con zonas de destacado valor ecológico en el ámbito nacional e internacional, como la Reserva de la Bahía San Antonio.

Su nombre hace mención a San Antonio de Padua y la denominación “Oeste” está dada por su ubicación geográfica respecto de San Antonio Este.

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