Residencias pediátricas en crisis: una preocupación que interpela al sistema de salud en su conjunto

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), en su rol de referente científico y ético en el cuidado integral de la salud de niños, niñas y adolescentes, expresa su profunda preocupación ante la crisis sostenida y creciente que atraviesan las residencias pediátricas en todo el país.

Los recientes acontecimientos que afectan desde el Hospital Nacional de Pediatría «Prof. Dr. Juan P. Garrahan» —uno de los principales centros de formación pediátrica del país— hasta el Hospital SAMIC El Calafate, han visibilizado una situación crítica que no es nueva. Se trata de una problemática estructural, de larga data y múltiples causas, que afecta tanto a residencias nacionales como provinciales, así como a numerosos hospitales del sistema público y privado.

Desde hace años, la SAP ha venido advirtiendo sobre:

•   La disminución sostenida de postulantes a las residencias de pediatría, neonatología y terapia intensiva pediátrica.
•   La creciente precarización de las condiciones laborales de los residentes: salarios insuficientes, falta de cobertura social adecuada y condiciones edilicias inadecuadas.
•   La pérdida del valor formativo de la residencia, cada vez más desplazado por la necesidad de cubrir demandas asistenciales urgentes.

El resultado es preocupante: cada vez menos jóvenes eligen formarse como pediatras, y quienes lo hacen enfrentan condiciones formativas y laborales que dificultan su desarrollo profesional.

Frente a este escenario, la SAP sostiene que es urgente:

1.    Fomentar la elección temprana de la pediatría, mediante estrategias integradas entre universidades, hospitales y organismos gubernamentales.

2.   Jerarquizar el sistema de residencias pediátricas, garantizando condiciones laborales dignas y marcos formativos de calidad.

El residente es un profesional en formación comprendido en la Ley 17.132, que desarrolla tareas asistenciales y académicas, y debe contar con todos los derechos laborales correspondientes: jornada saludable, cobertura previsional, aguinaldo, licencias, entre otros.

3.    Reconocer y valorizar económica y socialmente la pediatría y sus especialidades a través de políticas salariales justas y un reconocimiento institucional acorde a su rol esencial en la salud infantil.

4.    Reducir las desigualdades entre jurisdicciones, promoviendo la equidad en la distribución de recursos humanos. Esto incluye incentivar la radicación en zonas desfavorables mediante estímulos económicos, académicos y laborales.

5.     Revisar los modelos de formación médica, incorporando trayectos más flexibles y orientaciones específicas que respondan a las necesidades actuales del sistema (como salud mental, cuidados críticos, cuidados crónicos, entre otros).

6.    Restablecer el sistema de Acreditación de Residencias, para garantizar la calidad de la formación pediátrica.

7.   Escuchar activamente a los residentes y médicos en formación, reconociendo su rol clave en la construcción de un sistema pediátrico moderno, humano y eficiente.

 

Este posicionamiento tiene un carácter técnico, académico y sanitario. No responde a intereses sectoriales ni partidarios, sino al compromiso sostenido con el derecho de todos los niños, niñas y adolescentes a recibir atención de calidad.

 

No hay salud infantil sin pediatras bien formados, y no hay pediatras bien formados sin un sistema de residencias sólido, valorado y respetado.

 

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría reiteramos nuestra voluntad de colaborar con autoridades nacionales, provinciales y municipales, universidades y entidades del sector privado para encontrar soluciones sostenibles, integrales y centradas en el interés superior del niño y del adolescente.

 

«Por una niñez y adolescencia sanas, en un mundo mejor.»

Comisión Directiva
Sociedad Argentina de Pediatría