El siniestro se desató por la explosión del motor de uno de los barcos, lo cual afectó también a las embarcaciones amarradas a su lado. Cinco personas fueron afectadas, de las cuales una fue trasladada de urgencia al Hospital Centenario, donde quedó en Terapia Intensiva.
El viernes por la tarde se desató un siniestro frente a la playa Papaya, en el Parque Unzué, que destruyó cuatro embarcaciones que estaban amarradas en el lugar.
Las llamas se desataron cuando dos personas intentaron darle arranque a una de las cuatro embarcaciones, cuando de pronto explotó el motor. La explosión se escuchó a un par de kilómetros a la redonda, lo cual generó una preocupación generalizada a toda la población.
Debido a las explosiones y el incendio de las cuatro embarcaciones, seis personas resultaron heridas, cuatro de ellas por quemaduras, otra más por intoxicación de dióxido de carbono y la última por un estrés hídrico.
Todos los que sufrieron heridas y quemaduras fueron trasladados de urgencia en ambulancia al Hospital Centenario, y una de las víctimas por quemaduras terminó en estado grave y quedó internado en la Terapia Intensiva del Hospital Centenario con pronóstico reservado debido a que tendría afectado, por lo menos, el 30% del cuerpo, involucrando alguna de las quemaduras órganos vitales, como en el sistema respiratorio.
Al llegar de urgencia al Hospital Centenario, el paciente grave fue intubado e internado en la sala de Terapia Intensiva, y de inmediato se comenzó a trabajar en la estabilización del paciente. Al cierre de esta edición, el personal médico había iniciado las gestiones para que el herido sea trasladado al Instituto del Quemado, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En lo que respecta a las otras tres víctimas por quemaduras, una de ellas se trata una de las personas afectadas en un primer momento por el fuego, pero sus heridas fueron leves; el otro se trata de un prefecto que se dirigió al lugar para asistir a las víctimas y ayudar en el control del siniestro, que también terminó con heridas leves; y el último fue el dueño de una de las embarcaciones que en el afán de tratar de apagar las llamas sufrió quemaduras leves.
Finalmente, el intoxicado por dióxido de carbono se trata de un oficial de policía que también ayudaba en el lugar; mientras que la persona afectada por estrés hídrico es un efectivo del cuerpo de Bomberos Voluntarios.
Debido a la magnitud de la explosión inicial, se hizo presente en el lugar del hecho el subsecretario de Salud, el doctor Pablo Alfaro, quien junto a dos enfermeras instaló en el lugar un puesto de triaje y primeros auxilio para prestar atención a los heridos.
“Escuché la explosión desde mi casa. Fue tan grande que hasta temblaron todos los vidrios. Inmediatamente, cuando vi el humo me acerqué para ver en qué podía ayudar”, relató Alfaro a Ahora ElDía.
“Debido a la gravedad de la situación decidí montar un puesto de emergencias para brindar las primeras asistencias médicas a las víctimas mientras las ambulancias hacían los traslados a los primeros heridos, entre los que se encontraba la víctima que resultó con heridas y quemaduras de mayor gravedad debido a la explosión y el fuego”, agregó el Subsecretario de Salud.
Fue precisamente gracias a ese puesto de primeros auxilios que se pudo asistir a otro propietario de una de las embarcaciones: debido a que es hipertenso sufrió una pequeña descompensación cuando llegó al lugar, pero pudo ser asistido de inmediato.
Finalmente, el fuego fue controlado a las 21.45 horas, siendo levantado el puesto de primeros auxilios y sólo quedando en el lugar algunos efectivos de los Bomberos Voluntarios que trabajaban en la limpieza y en la no reavivación del fuego.
Trabajaron en el lugar cuatro dotaciones de los Bomberos Voluntarios, cuatro ambulancias, efectivos de la Prefectura Naval Argentina y personal de la Policía de Entre Ríos, además de los médicos y enfermeros que se acercaron al lugar para asistir a las víctimas contó El Día.