La promoción e incentivación de prácticas sostenibles que reduzcan las pérdidas de comida se transforma en política de Estado del gobierno entrerriano. Así lo hizo saber el ministro de Desarrollo Económico, Guillermo Bernaudo, en la apertura de las jornadas realizadas en Paraná para sumar herramientas que combatan un flagelo que, a nivel global, genera daños de orden social, ambiental y económico.
«Desarrollamos un programa provincial con intervención de diversas áreas del sector público y organizaciones de la comunidad y; vamos a adherir a las normas nacionales que facilitan la reducción de pérdidas considerando la labor del donante», dijo Bernaudo en el encuentro realizado este miércoles en la sede de la Bolsa de Cereales, que contó la presencia de autoridades y representantes de entidades tanto civiles como de empresas.
En rigor, el ministro confirmó que Entre Ríos se integrará a las leyes nacionales N° 25.989 y N° 27.454 para el diseño de un Plan Provincial de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, tomando como antecedente el proyecto de ley presentado en 2.018 por el entonces senador por Esteban Vitor; actual secretario de Legal y Técnico de la provincia, presente en la jornada.
Por su parte, la secretaria de Ambiente, Rosa Hojman, indicó que desde la provincia «tenemos un compromiso integral que se expresa en el trabajo cotidiano porque esta situación afecta tanto a las personas como al ambiente en cualquier parte del mundo». Mientras que la secretaria de Industria, Comercio y Minería, Victoria Girarrizo, apuntó a la defensa de los consumidores: «Con pena y dolor nos toca sacar de circulación alimentos vencidos cuando podrían haberse donado para consumo días antes del vencimiento, e incluso comercializados a menor valor».
Durante la jornada, y de manera virtual, la consultora de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, Patricia Fernández Cañas, abordó los desafíos críticos que impactan en la seguridad alimentaria, la nutrición y emisiones de gases de efecto invernadero. En tanto que los referentes del Banco de Alimentos Paraná, María Paz Montenegro y Jorge Signorelli, presentaron las Buenas Prácticas de Reducción de Pérdidas y Gestión de Donaciones de Alimentos.
Datos del impacto
Naciones Unidas propone reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en la venta al por menor y a nivel de los consumidores; y reducir las pérdidas en las cadenas de producción y suministro, incluidas las posteriores a la cosecha. El impacto ambiental estimado es que entre el 8por ciento y 10 por ciento de las emisiones mundiales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) están asociadas a alimentos que nunca se consumieron y cuya descomposición libera metano y otros gases que contribuyen al calentamiento global.
Desde lo económico ponderan que un 14 por ciento de los alimentos, con valor estimado en 400.000 millones de dólares, se pierden entre la cosecha y la distribución. Y otro 17 por ciento se desperdicia en la distribución y entre los consumidores finales. Desde lo social, el último informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2023 evidencia que el hambre en el mundo afectó un 9,2 por ciento de la población mundial en 2022, en comparación con el 7,9 por ciento registrado en 2019.