El 14 de abril de 1894 los hermanos Arístides y Genulfo Sol, presentaron el proyecto de fundación la villa de San Marcial, en terrenos del establecimiento del mismo nombre se su propiedad linderos a la estación “Urquiza” del Ferrocarril Central Entrerriano, el 8 de agosto de ese mismo año se aprobó dicho proyecto, aunque por algunas cuestiones burocráticas referida a los planos de la villa, la aprobación definitiva llego el 18 de enero de 1913, apenas 19 años después, el decreto final lleva la firma del Gobernador Crespo y el Ministro Carlos de Elia.
El Ferrocarril Central Entrerriano y la Estación “Urquiza”
El gobierno del general Eduardo Racedo (1883-1887) consideró el problema de las comunicaciones terrestres como uno de los principales de la provincia y le dio prioridad en su gestión, por Ley del 12 de junio de 1883, se autorizó al poder Ejecutivo, a construir un ferrocarril de trocha media que uniera las ciudades de Paraná y Concepción del Uruguay. Esta línea férrea fue el Ferrocarril Central Entrerriano (FCE) y se encomendó su construcción a la empresa “Lucas González y Cía.” A esta primer etapa de Paraná a Uruguay, se le agregó una segunda de Rosario del Tala a Concordia y una tercera de Gualeguaychú a Buen Abrigo, incorporándose luego el ramal de Gualeguaychú a Victoria. Más tarde se fueron agregando ramales como el de Basavilbaso a Villaguay. Por Decreto del 21 de enero de 1890, se han dado sus nombres a las estaciones Urquiza, Domínguez, Gilbert, Urdinarrain, Almada, Palavecino, Echague, Mansilla, Galarza, Ferré y Antelo. Recién para 1907 la estación “Urquiza” contará con un edificio propio.
Los hermanos Sol, el establecimiento San Marcial y la Villa
Los hermanos Sol eran naturales Cahors, departamento de Lot, ciudad francesa a orillas de un brazo del río Garona. Fueron Agrimensores y oficiales de la marina de la Tercera República. Instalados en Argentina, se desempeñan como profesionales de la agrimensura, realizando mensuras en diferentes partes de nuestro país, además de incursionar en el periodismo, fundando el periódico “La France”, en La Plata. En nuestra provincia realizan diferentes trabajos, entre ellos la mensura de las tierras de la estancia “San Pedro”, propiedad de la familia del Gral. Urquiza, logrando adquirir las tierras dónde el 25 de febrero de 1882 surge el establecimiento “San Marcial”, sobre una fracción de tierra adquirida a Eugenio Calvo. Este campo se encontraba desprovisto de toda mejora que permitiera su explotación, tampoco existía en la zona población alguna. Lo primero que se edifica es un galpón que servirá como depósito de materiales y dormitorio para los dueños y el personal del establecimiento. Posteriormente se le agregan dos habitaciones (dormitorios) y se realizan sucesivas aplicaciones y refacciones hasta alcanzar su configuración definitiva. Como dato anecdótico se menciona que todos los materiales y provisiones eran llevados desde Concepción del Uruguay, a aproximadamente 100 km. de distancia y eran llevados en carretas, por lo que los viajes duraban, aproximadamente, entre ida y vuelta, más de treinta días.
Su nombre seguramente tiene que ver con que “San Martial” (tal como se estribe en Francés) es el nombre de una iglesia bastante antigua, y también de la parroquia, ubicada en el lugar de Villeseque, en dónde ha nacido su bisabuela, Josephine Mercie, esposa de Jean-Baptiste Sol”.
De acuerdo con la tradición, que data del siglo VI y fue registrada por San Gregorio de Tours, San Marcial era uno de los siete misioneros enviados desde Roma a las Galias (Francia) poco antes del 250 DC., según las menciones más antiguas sobre de san Marcial que datan del principio de la Edad Media. Sidonio Apolinar (siglo v), obispo de Clermont-Ferrand, afirma que Augustóritum nombró a Marcial como obispo. Allí evangelizo el distrito (Limoge) y fue el primer obispo de la sede. Durante los consulados del emperador Decio y de Vetio Grato (250-251), fueron nombrados obispos a siete clérigos y enviados desde Roma a Galia para cristianizar a los galos: Gatien a Tours, Trófimo a Arlés, Pablo a Narbona, Saturnino a Tolosa, Denis a París, Austromonio a Clermont y Marcial a Limoges.
Probablemente fue el presbítero Fabián, quien fungió como papa cristiano entre el 236 y el 250, el que los envió. Cuando los obispos llegaron a Francia, el papa había sufrido el martirio en Roma (20 de enero del 250) En su entorno se generó una leyenda que lo consideraba no solo como el apóstol de la Aquitania, sino como a uno de los que conocieron a Jesús.
“Según esta leyenda no habría sido enviado a Galia por el papa Fabián sino por el propio San Pedro (el primer papa del cristianismo), y había evangelizado él solo no sólo la aldea de Limoges sino toda la Aquitania. Realizó muchos milagros, entre los cuales el más importante había sido la resurrección de un muerto, tocándolo con una varita que le había dado San Pedro. La mitología alcanzó su punto culmen con la Vida de san Marcial (siglo XI) de Adémar de Chabannes. Se la atribuyó a un tal “Obispo Aureliano”, supuesto sucesor de san Marcial, que había sido testigo de la presencia del santo en la Última Cena y en la crucifixión de Cristo, y había sido uno de los apóstoles originales. Ademar le hizo hebreo de nacimiento, y pariente cercano de San Esteban .En La leyenda dorada (compendio de creencias folclóricas del siglo XIII), se dice que san Marcial realizaba muchos milagros, como la destrucción de ejércitos anti romanos, la resurrección de los muertos y conversiones y bautismos en masa.
En 1854, monseñor Buissas (obispo de Limoges) le solicitó al papa Pío IX que le otorgara a San Marcial la posibilidad de celebrar su memoria como fiesta, como se hace con cualquiera de los doce apóstoles, pero el papa se negó. En los años 1920, se descubrió la falsedad de la red de documentos inventados por Adémar (que incluían una antigua carta papal y un sínodo imaginario en Francia). Sin embargo, aún hoy la leyenda de san Marcial continúa viva en los círculos católicos más conservadores.
Se dice, además que San Marcial fue convertido al cristianismo a la edad de 15 años por la prédica de Jesús; fue bautizado por su San Pedro, estuvo presente en la resurrección de Lázaro, atendió a Jesús en la última cena y recibió al Espíritu Santo junto a los demás discípulos en Pentecostés.
En 1854 el obispo de Limoges reiteró la solicitud al Papa Pío IX, obteniendo una respuesta favorable para que, en la diócesis, San marcial fuese honrado con los usos y procedencias de un Apóstol. Su festividad se celebra el 30 de junio.
El 10 de diciembre de 1912, en su domicilio del establecimiento San Marcial, fallece Genulfo Sol, a la edad de 70 años, había nacido el 17 de enero de 1842. Genulfo estaba casado con Juana Beaupuy; y el 21 de junio de 1922, lo hace su hermano, Arístides Sol, a la edad de 76 años, había nacido en el año 1846.
Del trazado de la villa, llama la atención su organización que semeja a un sol con sus rayos, aunque so se ha podido determinar la razón de tan curioso diseño, aunque no sería raro que su explicación fuera tan sencilla como que tiene que ver con el apellido de sus fundadores coincidente con el astro rey.
Elìas Almada
Correo electrónico: almada-22@hotmail.com
Fuentes: Facebook Jorge Miguel Haidar, (Concepción del Uruguay, pasado y presente), Conociendo Entre Ríos, de Goudard de Rudminsky, Stella Maris, “La historia de una búsqueda o la búsqueda de una historia. Homenaje a los cien años de Villa san marcial”, 1994. Publicaciones diversas sobre San Marcial, el Santo.
