El pasado 8 de febrero del año corriente, falleció en la ciudad el Dr. Teodoro Cristoff.
Como familia queremos agradecer enormemente a quienes se han acercado para brindarnos su acompañamiento en estos momentos, a quienes lo han cuidado con tanto cariño y esmero: Lic. Luis Quinteros, Lic. Emiliano Schaab y Leticia Bianchi.
A su vez, extendemos este mismo sentido de gratitud a aquellos familiares y amigos que nos han dejado algún mensaje o se han hecho presencia desde la oración.
A Teodoro (“Teo” como le decíamos de forma cariñosa) no solo lo recordaremos como un profesional dedicado y apasionado en su labor, así también como el hombre de fuertes convicciones republicanas y de un profundo sentido de servicio en el ejercicio de la política (como lo ha demostrado en las diferentes conformaciones de comités de la UCR), sino también como ese esposo cariñoso y amable, ese padre y abuelo que
constantemente nos ha ido alimentando el alma y el corazón con solidos consejos y valores.
Teo, en nuestra familia, lo fue todo y estamos felices de haber compartido con él su vida, sus enseñanzas y su modo manso, humilde y sereno de vivir.
Extrañaremos sus justas y necesarias palabras, sus miradas en silencio, sus anécdotas y sus picardías, sus detalles, las mañanas, las tardes y las noches compartidas.
Sin embargo, como dijo alguien una vez: “que la tristeza de la pérdida no nos quite la alegría de haberlo tenido”.
Gracias Teo por todo. No es un adiós, es un hasta luego. Hasta que nos encontremos en los brazos del Buen Padre Dios y en la compañía de nuestra querida Madre, la Virgen María.
Tu querida esposa, hija amada, hijo político y nietos.