En los últimos días se fue notando la presencia de numerosas hormigas voladoras sobre nuestras casas, incluso “nubes” de estos insectos en rutas.
Es un fenómeno que se repite cada año, tiene una explicación y es una parta fundamental en la vida de esta especie.
Estos episodios de invasión de hormigas voladoras, también llamadas alúas, forman parte de un acontecimiento natural y biológico de estos insectos y se trata de su proceso de reproducción.
Estas hormigas aladas serán las próximas hormigas reinas cuando funden un nuevo hormiguero.
De forma habitual, acaban plagando la ciudad ya que aparecen en grandes grupos y esto sucede porque su apareamiento se produce así.
Hasta que el ciclo de reproducción termine, las seguiremos viendo por las calles y plazas de nuestras ciudades.
Para salir todas a la vez seleccionan el momento en el que las condiciones de humedad y temperatura son más adecuadas y tras las lluvias, que ablandan la tierra para excavar en ella con mayor facilidad; y con temperaturas elevadas, que permiten a las hormigas volar más fácilmente.
Con tierra húmeda y temperaturas elevadas, las hormigas abandonan con mayor facilidad su hormiguero, que está enterrado, con el objetivo de formar una nueva colonia.
En unos días aprenden a volar, encuentran una pareja, se convierten en viudas y, si sobreviven, son coronadas como reinas.
Las temperaturas están también relacionadas con este proceso, es el momento en el que les salen las alas. Se trata de una eclosión sincronizada. Coincide en el tiempo y por eso salen todas a la vez. Los vuelos se ajustan entre los nidos de todas ellas. Lo necesitan para maximizar las posibilidades de apareamiento con las hormigas de otras colonias y para reproducirse con mayor efectividad.
FUENTE HOY 90