El 5 de agosto de 2011, la nave espacial Juno de la NASA se embarcó en un viaje de 5 años al planeta más grande de nuestro sistema solar: el gigante gaseoso Júpiter, llegando a su destino el 4 de julio de 2016, luego de haber viajado 2720 millones de kilómetros y se instaló en una órbita polar de 53 días que se extiende justo por encima de las nubes de Júpiter hasta los confines de la magnetosfera joviana.
Su misión: sondear debajo de las densas nubes del planeta y responder preguntas sobre el origen y la evolución de Júpiter, nuestro sistema solar y los planetas gigantes en general en todo el Sistema Solar.
Pero, veamos, porqué se llama Juno ??. Juno proviene de la mitología greco-romana: el dios Júpiter desplegó alrededor de él un velo de nubes para ocultar sus “travesuras”. Pero, resulta que su esposa, la diosa Juno fué capaz de ver a través del velo de nubes y descubrió el comportamiento y la naturaleza de Júpiter.
Que mejor nombre que Juno a la misión que intentará develar muchos secretos del gigante gaseoso y de alguna de sus lunas.
Ahora en su misión extendida, el orbitador planetario más distante de la NASA continúa su investigación del planeta más grande del sistema solar hasta septiembre de 2025, o hasta el final de la vida útil de la nave espacial.
Las campañas científicas de la misión extendida amplían los descubrimientos que Juno ya ha hecho sobre la estructura interior de Júpiter, el campo magnético interno, la atmósfera (incluidos los ciclones polares, la atmósfera profunda y las auroras) y la magnetosfera. La enigmática Gran Mancha Azul de Júpiter, un parche aislado de intenso campo magnético cerca del ecuador del planeta, es el objetivo de un estudio magnético de alta resolución espacial durante seis sobrevuelos al principio de la misión extendida.
La nave espacial voló más allá de la luna volcánica Io de Júpiter el 16 de octubre de 2021. El sobrevuelo de la luna joviana fué el más cercano hasta la fecha, a una altitud de unos 35 500 kilómetros. Ahora, en el tercer año de su misión extendida para investigar el interior de Júpiter, la nave espacial impulsada por energía solar también explorará el sistema de anillos donde residen algunas de las lunas internas del gigante gaseoso (recordemos que Júpiter tiene un delgado sistema de anillos, parecido al de Saturno, que fué descubierto el 7 de marzo de 1979 por la Voyager I, son tan delgados que no son visibles desde la Tierra).
Hasta la fecha, Juno ha realizado más de 50 sobrevulos de Júpiter y también ha recopilado datos durante encuentros cercanos con tres de las cuatro lunas galileanas: los mundos helados Europa y Ganímedes, y el ardiente Io.
«Io es el cuerpo celeste más volcánico que conocemos en nuestro sistema solar», dijo Scott Bolton, investigador principal de Juno del Southwest Research Institute en San Antonio. “Al observarlo a lo largo del tiempo en múltiples pases, podemos ver cómo varían los volcanes: con qué frecuencia entran en erupción, qué tan brillantes y calientes son, si están vinculados a un grupo o solo, y si cambia la forma del flujo de lava. ”
Ligeramente más grande que nuestra Luna, Io es un mundo en constante tormento. No solo el planeta más grande del sistema solar lo atrae gravitacionalmente para siempre, sino también sus hermanos galileanos: Europa y la luna más grande del sistema solar, Ganímedes. El resultado es que Io se estira y aprieta continuamente, acciones vinculadas a la creación de la lava que se ve en erupción desde sus numerosos volcanes.
Aquí vemos las imágenes en el espectro infrarrojo dadas a conocer el pasado 16 de mayo de la actividad volcánica en Io:
Imágenes tomadas por la cámara JIRAM (Jovian Infrared Auroral Mapper) el 16 de octubre de 2021.
Créditos: NASA/JPL-Caltech/SwRI/ASI/INAF/JIRAM. Los puntos amarillos son volcanes en erupción en Io.
Si bien Juno fue diseñado para estudiar a Júpiter, sus numerosos sensores también han proporcionado una gran cantidad de datos sobre las lunas del planeta, junto con su generador de imágenes de luz visible “Juno Cam”, el “JIRAM” (Jovian InfraRed Auroral Mapper), la “SRU” (Unidad de referencia estelar) y el “MWR” (Radiómetro de microondas) de la nave espacial estudiarán los volcanes de Io y cómo las erupciones volcánicas interactúan con la poderosa magnetosfera y las auroras de Júpiter.
“Estamos entrando en otra parte asombrosa de la misión de Juno a medida que nos acercamos más y más a Io con órbitas sucesivas. Esta órbita 51 proporcionará nuestra mirada más cercana hasta ahora a esta luna torturada”, dijo Bolton. “Nuestros próximos sobrevuelos en julio y octubre nos acercarán aún más, lo que nos llevará a nuestros sobrevuelos gemelos con Io en diciembre de este año y febrero del próximo, cuando volemos a 1 500 kilómetros de su superficie. Todos estos sobrevuelos brindan vistas espectaculares de la actividad volcánica de esta increíble luna. Los datos deberían ser asombrosos”.
50 revoluciones a Júpiter.
Durante sus sobrevuelos de Júpiter, Juno se ha acercado a la parte superior de las nubes del planeta, tan cerca como a unos 3 400 kilómetros. Al acercarse al planeta desde el polo norte y salir por el sur durante estos sobrevuelos, la nave espacial utiliza sus instrumentos para sondear debajo de la capa de nubes que oscurece, estudiando el interior de Júpiter y las auroras para aprender más sobre los orígenes, la estructura, la atmósfera y la magnetosfera del planeta.
Juno ha estado orbitando a Júpiter durante más de 2 505 días terrestres y ha volado más de 820 millones de kilómetros.
Como ya comentamos, la nave espacial llegó a Júpiter el 4 de julio de 2016. El primer sobrevuelo científico ocurrió 53 días después, y la nave espacial continuó con ese período orbital hasta su sobrevuelo a Ganímedes el l 7 de junio de 2021, que redujo su período orbital a 43 días. El sobrevuelo a Europa el 29 de septiembre de 2022 redujo el período orbital a 38 días. Después de los próximos dos sobrevuelos de Io, el 16 de mayo y el 31 de julio, el período orbital de Juno permanecerá fijo en 32 días.
“Io es solo uno de los cuerpos celestes que continúan bajo el microscopio de Juno durante esta misión extendida”, dijo el gerente interino del proyecto de Juno, Matthew Johnson, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. “Además de cambiar continuamente nuestra órbita para permitir nuevas perspectivas de Júpiter y volar bajo sobre el lado nocturno del planeta, la nave espacial también enhebrará la aguja entre algunos de los anillos de Júpiter para aprender más sobre su origen y composición”.
Sólo resta esperar que se procese más información para conocer más de lo que hay “allá afuera”.
Como siempre, invitamos a seguirnos a través de nuestras redes para estar al tanto de las actividades referentes a esta hermosa ciencia; en face: astroamigos Concepción del Uruguay y en insta astroamigos_cdelu.
Hasta la semana que viene !
