La inflación se disparó a 6,7% en marzo y acumuló en el primer trimestre 16%, máximo en tres décadas

Los precios de Alimentos y bebidas, la división que más peso tienen en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), tuvieron en promedio un fuerte ascenso de 7,2%, similar al que habían tenido en febrero (7,5%). Por lo tanto, en los primeros tres meses de 2022 treparon 21%.

La inflación se disparó a 6,7% mensual en marzo, según informó el INDEC este miércoles. De esta manera, en el primer trimestre del año los precios saltaron 16,1%, el registro más alto desde 1991, cuando el país estaba saliendo de la hiperinflación.

Los precios de Alimentos y bebidas, la división que más peso tienen en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), tuvieron en promedio un fuerte ascenso de 7,2%, similar al que habían tenido en febrero (7,5%). Por ende, en los primeros tres meses de 2022 treparon 21%.

El resto de los rubros mostró una aceleración respecto del mes previo, con excepción de Equipamiento y mantenimiento del hogar, que se mantuvo en el mismo nivel.

Particularmente resaltaron los saltos en Vestimenta (desde el 3,4% hasta el 10,9%), Transporte (de 4,9% a 5,5%), en el rubro vinculado con los Servicios públicos (desde el 2,8% al 7,7%), y en Educación (desde el 2,6% al 23,6%).

En el primer caso la aceleración de los precios fue impulsada fundamentalmente por el cambio de temporada en la comercialización de ropa.

En Transporte y Servicios públicos influyeron las subas en combustibles y tarifas, factores que explicaron la mayor parte del incremento de 8,4% en la categoría de Precios Regulados.

Mientras tanto, los ajustes en Educación se dieron, como sucede habitualmente, en el marco del inicio de clases. Este fue el factor principal que causó un alza de 6,2% en la categoría Precios Estacionales.

Por su parte, la inflación núcleo, que no contempla ni factores estacionales ni aquellos segmentos regulados por el Gobierno, se aceleró del 4,5% al 6,4%, uno de los datos que los analistas miran con mayor preocupación ya que refleja la importante «inercia» del proceso inflacionario en Argentina.

La cifra de marzo representó la inflación mensual más alta desde abril de 2022 y se ubicó bastante por encima de las estimaciones del sector privado, que había previsto un aumento promedio de 5,5% según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA).

“En el dato de marzo influyeron factores internacionales, que impactaron en Alimentos, y factores locales como los aumentos en Regulados. Todo eso ya viene montado en una inercia inflacionaria muy arraigada producto de los desequilibrios macroeconómicos que se vienen acumulando”, señaló a este medio el director de Ánker Latinoamérica, Federico Furiase.

En términos interanuales, los precios aumentaron 55,1%, el número más elevado desde junio de 2019. Las entidades financieras y consultoras que participaron del REM de marzo proyectaron un incremento de precios de 59,2% para todo 2022. Sin embargo, los economistas advierten el número podría quedarse corto; si la inflación mensual se «estabiliza» en un promedio de 4%, la interanual daría como resultado cerca de 65%.

“El deterioro en la hoja de balance del Banco Central, una autoridad monetaria sin reservas y con muchos pasivos remunerados, y la interna en la coalición de Gobierno hacen que los instrumentos tradicionales para contener las expectativas, como la suba de tasas o la apreciación cambiaria, no funcionen. Va a ser difícil volver a niveles de inflación por debajo del 4% en el corto plazo”, sostuvo Furiase.

En este marco, luego de enfocar la política antiinflacionaria casi exclusivamente en instrumentos como Precios Máximos o Precios Cuidados, en el Gobierno comenzaron a tirarle la pelota al Ministerio de Economía. El Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, aseguró que «controlar la inflación es tarea de la macroeconomía» y advirtió que si el titular del Palacio de Hacienda no toma medidas «esto se va a poner feo».

Por su parte, el ministro Martín Guzmán no le escapó a la responsabilidad al reafirmar que la inflación se va a reducir “con política macroeconómica” y “con un programa económico que ya existe”, aunque sostuvo que “hace falta un apoyo político claro” a dicho programa para acotar la incertidumbre.

El plan de Guzmán apunta, tal como se plasmó en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a fortalecer las reservas vía aumento de exportaciones y a reducir la dependencia de la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal

Además, resalta el aporte de los acuerdos de precios para coordinar expectativas. En ese sentido, el Poder Ejecutivo ya está convocando a los eslabones de la cadena de comercialización de consumo masivo -supermercados, mayoristas, almacenes- para asegurar el cumplimiento de las medidas.

Paralelamente, el Banco Central iba a analizar este miércoles una nueva suba de tasas. Actualmente, las Leliqs rinden un 54,9% anual en términos efectivos, y los plazos fijos brindan un retorno del 53,3%. Según pudo saber Ámbito, el incremento rondaría los dos puntos porcentuales, por lo cual la tasa efectiva treparía a la zona del 58%.

El número superaría a la actual inflacíón interanual pero todavía se ubicaría detrás de la inflación esperada. El martes el Ministerio de Economía ya dio una señal al convalidar un alza de dos puntos en las tasas de las letras a tasa fija que suele licitar en el mercado de deuda en pesos.

Fuente Ámbito