Inmunoterapia en cáncer de pulmón, un camino hacia la cronicidad de la enfermedad

Se aprobó en Argentina el tratamiento con atezolizumab como monoterapia para pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas PDL1+ metastásico. Esta nueva indicación permite que los pacientes tengan una mayor sobrevida con una mejor calidad de vida.

Buenos Aires, septiembre de 2021 – Cada año, en Argentina se detectan alrededor de 12.000 pacientes con cáncer de pulmón y, si bien no es el más frecuente, es considerado el más mortal siendo el responsable de 1 de cada 5 muertes por cáncer en el mundo. Sin embargo, en los últimos años, los grandes avances en conocimiento de la patología han permitido llegar a una medicina más personalizada abriendo grandes esperanzas para los pacientes y la posibilidad de un mejor pronóstico.

El cáncer de pulmón se diferencia principalmente en dos grandes grupos según el aspecto de las células al microscopio: Cáncer de Pulmón de Células No Pequeñas (CPCNP), que afecta al 70% de los pacientes y el Cáncer de Pulmón de Células Pequeñas (CPCP), que se detecta en el 30% de los casos restantes. Los avances en biología molecular dieron a conocer que, además, existen múltiples alteraciones genéticas dentro de la tipología más frecuente que pueden ser las causantes de producirlo (tales como EGFR, KRAS, ALK y otras). Desde entonces, la ciencia busca desarrollar tratamientos específicos dirigidos a cada alteración o grupo de alteraciones genéticas, así como también a cada subtipo específico de cáncer de pulmón.

En el último tiempo, el descubrimiento de la inmunoterapia se ha constituido como la innovación más significativa en el tratamiento oncológico. El sistema inmune es el mecanismo de defensa natural que utiliza el cuerpo contra agentes externos como virus y bacterias para proteger al organismo y mantenerlo sano. Sin embargo, en algunos casos, algunas células con mutaciones logran evadir la respuesta inmunitaria, lo que les permite desarrollarse hasta convertirse en tumores potencialmente peligrosos. El objetivo de las inmunoterapias no es atacar directamente al tumor, sino estimular al sistema inmune del paciente para que él mismo lo ataque. Este tipo de tratamiento no presenta los efectos secundarios de la quimioterapia tradicional (tales como vómitos, caída del pelo, disminución de las defensas ante infecciones). Lo que la inmunoterapia está ofreciendo a los pacientes, es una mayor sobrevida con una mejor calidad de vida.

Recientemente se aprobó en el país la inmunoterapia atezolizumab para el tratamiento en primera línea en pacientes con Cáncer de Pulmón de Células No Pequeñas (CPCNP) PDL1+ metastásico. La PD-1 es una proteína ubicada en la superficie de los linfocitos T que sirve para mantener bajo control la respuesta inmunitaria (el sistema de defensa natural del organismo). Cuando la PD-1 se une a la proteína PD-L1 en una célula cancerosa, evita que los linfocitos T la destruyan. La célula tumoral se “disfraza”, desactiva los puntos de control y pasa inadvertida para el sistema inmunitario. Las inmunoterapias para el cáncer anti-PD-L1 restauran la respuesta inmunitaria para que los linfocitos T destruyan células cancerosas.

“La inmunoterapia sola en primera línea mejora hasta en un 30% la sobrevida libre de progresión y hasta en un 20% la sobrevida global, y dado su bajo nivel de toxicidad ayuda a una mejor calidad de vida de los pacientes. También se ha observado que retarda la aparición de síntomas vinculados a la progresión del tumor”, explica el Dr. Enrique Aman (MN: 73333), Oncólogo Clínico de Swiss Medical Group.

Esta nueva indicación de atezolizumab se desprende del estudio IMPower110. “La utilización de atezolizumab sin quimioterapia asociada, refleja un aumento en la tasa de respuesta, en un 40%, lo que implica un beneficio en la calidad de vida, y una mejor tolerancia al tratamiento”, detalla el Prof. Dr. Diego Lucas Kaen (MP1898), Oncólogo Clínico del Centro Oncológico Riojano Integral. ”Es muy importante que un tratamiento genere respuesta, que achique el tumor de forma rápida y duradera. La duración de la respuesta con atezolizumab duró casi 40 meses, en comparación, en los pacientes que respondieron a la quimioterapia la duración no superó los 9 meses”, continúa el Dr. Kaen.

Los avances en el tratamiento de una enfermedad están necesariamente ligados a un mayor conocimiento de la misma. “Hoy personalizamos el cáncer de pulmón. Ya no es posible tratar a un paciente solo con una biopsia, sino que es muy importante detectar los biomarcadores, seleccionar el subtipo de pulmón que tiene cada paciente y entender que cada uno tiene un tratamiento específico a realizar. En este caso, el grupo de pacientes que expresan la proteína PDL1 en la membrana celular del tumor va a ser candidato a inmunoterapia monodroga.