Impuesto a la riqueza: la «venganza» que impulsan productores contra Carlos Heller

Mientras en el Congreso el oficialismo busca avanzar con el impuesto a las «grandes fortunas», proyecto que impulsa entre otros el diputado y presidente del Banco Credicoop Carlos Heller, en un comunicado las sociedades rurales de Rojas, Pergamino, San Pedro, Baradero y las asociaciones de productores de San Antonio de Areco (Arpa), Arrecifes, Carmen de Areco (Apaca) y la Asociación Rural de General Rodríguez, entre otras, pidieron a sus productores que cierren las cuentas con las cuales operan en el banco que comanda Heller. «Esta es una manera activa y legal de expresar nuestro rechazo ante este nuevo impuesto», dijeron.

«Nos vemos obligados a repudiar la actitud del presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, presidente del Banco Credicoop Ltdo. y dirigente del movimiento cooperativo quien ha demostrado ser un permanente detractor de la producción rural y quienes sin dudas seremos alcanzados una vez más por esta nueva imposición económica, llamada Aporte Solidario y Extraordinario a las grandes fortunas nada más alejado de la actividad e inversión productiva», dijeron los productores.

Hace unas semanas, un análisis realizado por el experto en temas tributarios del agro Héctor Tristán destacó que el impuesto tendrá un alto impacto en la actividad agropecuaria porque «grava todos los bienes afectados, a una alícuota del 2 al 3,5% del patrimonio, sin mínimo no imponible».

Tristán alertó sobre una duplicación de impuestos y que, al no incluir el proyecto las exenciones que contiene la Ley del Impuesto a los Bienes Personales, «los inmuebles rurales cuyos titulares sean personas humanas y sucesiones indivisas, cualquiera sea su destino o afectación, también se verán alcanzados».

El experto dijo que el impuesto «no prevé deducciones, ni computa deudas, lo cual crea una ficción sobre el verdadero patrimonio del contribuyente obligado a tributarlo».

En este contexto, en un comunicado CRA después señaló que el tributo «genera nuevamente más que incertidumbres y falta de señales claras para el sector».

«Es una clara ignorancia de cómo se genera valor desde principal proceso productivo de la República Argentina que son las cadenas agroindustriales, donde el primer eslabón de las mismas (aquel que enciende la llave del proceso productivo; ya que no se puede industrializar y comercializar lo que no se tiene) es el campo; y justamente por esta razón este mismo eslabón es el primero en mérito», apuntó.

La entidad remarcó que el 77% del ingreso del productor va al Estado y con el 23% restante tiene que pagar todos los costos de producción, vivir y volver a sembrar.

Fuente La Nación