El gobierno provincial apoya el desarrollo de las Áreas Naturales Protegidas

En Entre Ríos hay cerca de 70 áreas naturales protegidas que se extienden en alrededor de 800.000 hectáreas, y que cuentan con el apoyo del gobierno provincial por considerarlas valiosas para la educación, el turismo y la producción.

Las áreas naturales protegidas son grandes reservorios de biodiversidad autóctona de la provincia que representan un patrimonio de un inmenso valor ambiental, cultural, biológico como ecosistema autóctono y para conservación y preservación de las especies.

Son cerca de 70 áreas naturales protegidas, entre privadas y públicas que se extienden en alrededor de 800.000 hectáreas. La diferencia entre ambas es que las públicas pertenecen al Estado, las privadas a sociedades o personas jurídicas o físicas. Éstas acceden a ventajas impositivas como desgravación del Impuesto Inmobiliario Rural. Así, el Estado compensa y estimula para que esos productores asuman estas iniciativas y desarrollen un plan de gestión que incluye equipos interdisciplinarios de profesionales.

Para contar con un área natural protegida el camino a recorrer es riguroso: en principio se presenta un plan de gestión, se hace un inventario de las especies vegetales y animales, divididos a su vez en aves, mamíferos y reptiles. Además, se ejecuta un inventario también de especies exóticas en el caso de que las hubiera y su plan de erradicación. Los expertos trabajan desde el enfoque de las especies se quieren proteger. Realizan un trabajo previo mediante inspecciones que concluye primero en un convenio y luego en un decreto, que tiene un periodo de un año, tiempo en el cual se trabaja en las cámaras legislativas para formalizarlo a través de una ley. A su vez, cada cinco años se renueva el status de área natural protegida.

Gran parte del valor de estos reservorios yace en lo educativo, el ecoturismo, los fines científicos, el avistamiento de aves, el estudio del comportamiento de las especies. Que la comunidad acceda a las áreas protegidas implica un empoderamiento del hábitat común de los entrerrianos.

El ministro de Producción Juan José Bahillo aportó: «Trabajamos en torno a cada uno de los perfiles que pueden tener las áreas, por ejemplo, hay una iniciativa encarada junto a la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) para crear una plataforma virtual que abarque al conjunto de las áreas naturales protegidas y que se estudie en la Licenciatura en Turismo, en articulación con la Secretaría de Turismo de la provincia».

El jefe de la cartera productiva especificó que «se trabaja en una plataforma donde la gente de cualquier parte del mundo pueda entrar a través de un mapa interactivo, y ahí ver cuáles son las especies protegidas, como por ejemplo el cardenal amarillo. Hay turistas que llegan desde diversos países para observar y sacarle fotos; como así también el avistamiento de otras aves, lo cual es muy valioso para la provincia».

Por su parte, el secretario de Ambiente, Martín Barbieri contó, con respecto al horizonte de estas áreas protegidas, que en la actual gestión del gobernador Gustavo Bordet se creó una Dirección de Áreas Naturales Protegidas, a cargo de Alfredo Berduc. En torno a la repartición específica dijo: «Estamos dotándolo de insumos para trabajar y sumando nuevo personal. El Estado provincial está haciendo un gran esfuerzo en acompañar la política de las Áreas Naturales Protegidas justamente por considerarlas un reservorio de biodiversidad. Estamos trabajando para fortalecer lo expresado en la Ley Provincial Nº 10.479 Sistema de Áreas Naturales Protegidas en el territorio de la provincia Entre Ríos, la cual cuenta con fondos específicos para cumplir el mandato de aplicación».

Bahillo fundamentó la decisión al especificar que «la idea es acompañar técnicamente a los responsables de estas áreas, tratar de explotar los distintos perfiles que se buscan, ya sea ecoturístico; de investigación; aquellas donde coexisten con algún tipo de producción, como lo es la ganadera o la apícola, las cuales pueden coexistir en paz siempre que estén contempladas en el plan de gestión, por supuesto prescindiendo de prácticas que tengan que ver con agroquímicos y dándole un perfil de producción de tipo orgánica».