Las formativas del Rojo

Las intermedias femenina y  masculina de Rocamora continúan desarrollando los entrenamientos semanales desde sus casas. Jugadoras y jugadores de las inferiores contaron cómo van evolucionando en lo deportivo y grupal con el correr de las semanas.

Es todo un desafío encontrar un espacio en casa, pero los jugadores y jugadoras buscan alternativas que les permitan el desarrollo técnico y físico. Ellos, nacidos y criados en el Club, con un gran sentido de pertenencia, su segunda casa, su pasión, sus amigos, sin dudas extrañan el playón, el parquet y el verde del Club: Los propios jugadores hablan de los avances del trabajo en lugares reducidos y de cómo manejan la ansiedad al no poder jugar.

Florencia Fernández (U13) nos cuenta del entrenamiento en casa y como maneja la motivación al no poder jugar: «Debido a esto de la pandemia por el coronavirus debo quedarme en casa pero sin dejar de entrenar. Sigo entrenando diariamente, como me lo pide mi entrenador y preparadora física, para no perder lo que habíamos logrado durante la pretemporada, para que cuando esto vuelva a la normalidad no me cueste tanto y pueda estar en buenas condiciones. Además nos entrenamos con rutinas marcadas y por vía zoom, tratando de poner el mayor entusiasmo para valorar el esfuerzo que hacen los entrenadores, ya que ellos tuvieron que adaptarse a esta situación. Al no poder jugar manejo mi motivación pensando que cada vez faltan menos días para volver a la cancha, por eso ocupo tiempo en seguir entrenando, tratando de ser optimista y aceptando la situación que nos toca vivir».

En tanto Mateo Larrea (U16) quien había debutado en la Liga Argentina frente a Atenas de Carmen de Patagones agregó:  «No es lo mismo entrenar en casa que ir al club que es un espacio abierto y es donde me gusta ir, me motiva a ir. Me siento bien entrenando en casa, estoy haciendo los ejercicios que me indican desde el club y entrenando por zoom. Me la estoy rebuscando de la mejor manera, inventando pesas y cosas así para no quedarme atrás con la actividad física. La motivación de jugar al básquet está siempre presente, me desmotiva un poco no poder ir en bici como de costumbre al club a tirar un rato al aro, y bueno…  hay que seguir entrenando en casa para cuando nos toque arrancar hacerlo de la mejor manera posible, pero siempre teniendo las mismas ganas de jugar».

Otro que elogió la responsabilidad de sus dirigidos fue Paula Santini, unas de las jugadoras con gran proyección el Tomás de Rocamora: «Estamos entrenando por zoom con el club y cuando no, entreno sola en casa, hago rutinas que envía Anita Delorenzi y técnica individual de Gonzalo Jacquet. Hay que mantenerse activos para que no sientan tanta la diferencia cuando volvamos a la actividad. Me causa mucha frustración al no poder jugar pero mantengo el compromiso y las ganas pensando que pronto volveremos a encontrarnos en la cancha».