La entidad que nuclea a los profesionales advierte sobre un retroceso en la planificación y la construcción en nuestra ciudad.
La Regional Este del Colegio de Arquitectos y Urbanistas de Entre Ríos expresa su profunda preocupación por la prórroga del régimen transitorio del Código de Ordenamiento Territorial y Ambiental (COTA), dispuesta mediante el Decreto Municipal Nº 29.147.
La entidad advierte que esta decisión representa un retroceso urbanístico y ambiental para la ciudad, además de generar incertidumbre y falta de previsibilidad en los procesos de planificación.
Como Colegio de Arquitectos y Urbanistas, subrayamos que los temas urbanísticos forman parte de nuestra incumbencia profesional y especialidad disciplinar. Contamos, además, con un instituto técnico específico —el Instituto de Estudios Territoriales (IET)— que ha sido históricamente un actor clave en la elaboración, análisis y acompañamiento de instrumentos de planificación, participando de manera central en la conformación del COTA.
La medida reintroduce temporalmente parámetros del antiguo Código de Ordenamiento Urbano (COU), reemplazado en 2023 tras un proceso de actualización integral.
Esta regresión podría habilitar subdivisiones del suelo que ya habían sido corregidas por la normativa vigente, edificaciones en altura sin el debido resguardo de la morfología urbana y la protección patrimonial, y otros procesos de consolidación que contradicen el modelo territorial actualizado de la ciudad.
“El COTA se aprobó legítimamente, para ordenar, modernizar e introducir criterios ambientales que hoy corren el riesgo de quedar nuevamente desactualizados”, señaló la Secretaria de la Regional Este, Arq. Aldana Farabello.
El Colegio advierte que el COTA fue construido a través de procesos participativos, transparentes y con amplia consulta profesional, un estándar que no se replica en la decisión adoptada por el Decreto 29.147.
La ausencia de instancias de debate público contraviene principios de participación ciudadana consagrados en la Ley General del Ambiente, y abre una “ventana normativa” que puede generar situaciones de discrecionalidad, desigualdad entre profesionales y un precedente institucional preocupante.
El COTA prevé sus propios mecanismos de actualización —con evaluación técnica, participación ciudadana y aprobación con mayorías especializadas—, procesos que no pueden ser reemplazados por prórrogas excepcionales ya que altera la previsibilidad con la que deben trabajar profesionales, instituciones y ciudadanía.
La Regional Este reafirma la necesidad de respetar la planificación urbana vigente, garantizando criterios claros, equitativos y acordes a los desafíos actuales en materia ambiental y territorial.
Asimismo, insta a restituir la vigencia plena del COTA, una herramienta construida colectivamente para asegurar un crecimiento urbano ordenado, inclusivo y ambientalmente responsable.




