Omar Galcerán, «el Profe» que tejió con calma parte de lo mejor del fútbol uruguayense

En silencio se fue el pasado martes don Omar Galcerán, el Profe, el que preparó a los dos mejores planteles que tuvo el fútbol de nuestra ciudad, con jugadores de acá en su mayoría, con cuertos técnicos nuestros, vecinos nuestros, apoyados también por laburantes que a la hora de descansar iban al club para dar una mano en lo que se necesitara.

Allá, el los albores del retorno de la democracia, El Profe Galcerán preparó fisicamente el plantel dirififo por el entreñable Raúl Orlando Sosa, aquel que llegó a al Nacional del 84, que recibió a River, al Gordo Muñoz y Macaya Marquez, al Chavo Fucks asombrandose en una nota para El Gráfico como gente común, laburadora, pensaba y vivía el fútbol en estado puro, algo irreal hoy. Al Colo y el Zurdo Velázquez, Barrabas Umpierrez, El Ruso Ayala, Marito Wurtz, Milico Gómez, un pibe de apellido Alba que daría que hablar años más tarde, entre otros, fueron preparados con la sabiduría y el don de gente del «Profe». La incursión en ese torneo fue mala, desde los resultados, dejando enseñanzas que servirían para el crecimiento de todo el fútbol uruguayense. Y ahi, en esa piedra basal (sin desmecerecer para nada los grandes nombres que los precedieron), se plasmó otra idea, que germinó una década después.

Y ahi estaba también el «Profe» Galceran, ahora en la vereda opuesta, la del clásico rival del Deca pero uniendo a todos, con calma y sin levantar la voz. Con Manuel Telis como DT, el plantel venía bajo la batuta del entonces joven Marcelo Herlein al que se sumó Garlceran, con la sapienza y tranquilidad que brinda la experiencia. Basta recordar al Noni y al Nono, a Jorge Herrera, y al propio DT para darse una idea de lo que debía «lidiar» el «Profe». Pero lo hizo, con un plantel también en su mayoría de acá, de «bravos muchachitos» que paseó el talento uruguayense por canchas de todo el país, valiendole la chance de la B Nacional, la que le ganó a Patronato en dos partidos históricos, ganados allá y acá.

Guitarrero aficionado, de bajo perfil, dicen que nunca levantó la voz para «retar» a algún alumno o deportista que estuviera bajo su ala, que se hizo respetar siendo, precisamente, respetuoso y formador, «escuchador» y hasta dejando algúin consejo.

Salute Profe, ha recorrido un camino de enseñanzas junto a los nuestros, a los entonces gurises que andaban haciendo sus malabares en el inicio de sus carreras, desde acá. Lo que logró fue más que exitos deportivos, fue el reconocimiento de su gente, partido que terminó ganando por goleada.

Foto del reconocimiento brindado por el Municipio en la Fiesta del Deporte.

 

Texto: Pipo