La compleja situación vial: La Municipalidad de Concepción del Uruguay secuestró decenas de autos y motos


 

En los últimos 4 meses, durante diferentes operativos, el municipio lleva secuestradas 136 motociclietas y 51 automóviles, al tiempo que ya se labraron más de 600 infracciones por licencias de conducir vencidas, falta de seguro, vehículos mal estacionados y el problema de los escapes modificados que producen ruidos molestos y contaminación sonora y tóxica. Más allá de esto el problema con las motos se sigue dando cada fin de semana y es un verdadero dolor de cabeza.

Desde la División Tránsito, dependiente de la Dirección de Seguridad Ciudadana de la se informó que desde comienzos de año y hasta la fecha se labraron exactamente 623 Actas de Constatación, conocidas comúnmente como infracciones, por diversas faltas a la normativa vigente. Entre las causas más frecuentes se encuentran licencias de conducir vencidas, falta de seguro obligatorio, vehículos mal estacionados, entre otras.

Desde el área informan que cada acta labrada es remitida a la Fiscalía Administrativa y al Juzgado de Faltas, organismos que determinan las sanciones correspondientes que pueden ser de carácter pecuniario o administrativo, e incluir la retención de la licencia de conducir o incluso la inhabilitación del vehículo, según la gravedad del caso.

En cuanto a la retención de rodados, se informó que entre mayo y agosto fueron secuestradas 136 motos y en lo que va del año, 51 autos, principalmente por circular sin licencia, con licencias vencidas, falta de seguro o por escapes modificados, no originales, que provocan ruidos molestos. 

Finalmente, remarcaron que estos operativos buscan dar respuesta a la creciente preocupación de vecinos respecto a las caravanas de motos y la percepción de falta de controles en distintos puntos de la ciudad. En este sentido, confirmaron que se continúan realizando operativos de seguridad vial de manera conjunta con la Policía.

Escapes y ruidos molestos

Los ruidos molestos, la contaminación sonora y la contaminación de gases tóxicos que emanan de las motos que poseen caños de escapes modificados, son los principales motivos de malestar de los vecinos que sufren el daño ambiental y acústico y reclaman la necesidad e importancia de aportar una solución a esta problemática.

En lo que respecta a los ruidos molestos provocados por los escapes, cabe recordar que en la ciudad rige la Ordenanza 11578 que señala “Prohíbase producir, causar, estimular o provocar ruidos molestos, cualquiera sea su origen, cuando por razones de la hora y lugar o por su calidad o grado de intensidad, se perturbe o pueda perturbar la tranquilidad o reposo de la población o causar perjuicios o molestias de cualquier naturaleza”.

La Ordenanza rige para los ruidos molestos producidos en la vía pública, plazas, parques, salas de espectáculos, centros de reunión y en todos los demás lugares en que se desarrollan actividades públicas o privadas.

Ordenanza y su falla

Respecto a la ordenanza que rige para los vehículos con escapes rotos o modificados, es clara respecto a la confección de la infracción, el secuestro del rodado y el retiro, previo concurrir con el escape original, pero hay un gris que debe ser evidentemente modificado, ya que esta no contempla el secuestro definitivo del elemento cuestionado, el cual se entrega al dueño de la moto o auto al retirarse.

Según se pudo saber, se estaría trabajando en la modificación de esta normativa, para habilitar al inmediato secuestro de esos escapes trucho o rotos, que podrán disponerse para destrucción, tal cual se ha observado recientemente en ciudades vecinas como Colón y San José.

Un problema social

De un tiempo a esta parte Concepción del Uruguay, como otras ciudades de la provincia y el país, está experimentando un fenómeno social, protagonizado por jóvenes en su mayoría, integrantes de grupos de motociclistas que se reúnen en diferentes puntos, para circular en caravanas o realizar eventos de velocidad, acrobacias y demostraciones de sonidos verdaderamente molestos, que (como sucedió este último fin de semana) se extendieron toda la madrugada.

Este tipo de conductas se hacen verdaderamente incontrolables a las autoridades, que no tienen ni la capacidad en personal, ni logística, y lo que es más preocupante, se debe sumar que no pueden salir en persecución, dado que puede generarse un siniestro vial y deben afrontar las consecuencias.

Sin dudas un tema que preocupa tanto a la Seguridad urbana, como a la Policía, pero que será muy complejo de corregir, si no se actúa con severidad y pagando costos políticos.