Corrientes turística: los lugares más hermosos de la provincia vecina


Cuando pensás en destinos para conocer en Argentina, Corrientes quizás no sea lo primero que se te cruza por la cabeza. Pero resulta que esta provincia del nordeste esconde algunos de los paisajes más increíbles del país. Y no es una exageración. Después de recorrerla, uno entiende por qué cada vez más gente elige perderse entre sus esteros y ciudades históricas.

Un mundo flotante en los Esteros del Iberá

Los Esteros del Iberá son enormes. Hablamos de 13.000 kilómetros cuadrados donde la naturaleza “hace lo que quiere”. Más de 4.000 especies viven ahí formando un ecosistema único.

La laguna más grande, la Iberá, tiene 5.500 hectáreas de agua cristalina. Cuando se llega y se ve esa inmensidad, se comprende que se está en un lugar especial. Los yacarés toman sol en los camalotes. Los carpinchos pastan tranquilos. Y hay tantas aves que no se sabe para dónde mirar.

Lo bueno es que llegar no es complicado. Los pasajes a Corrientes se obtienen desde todo el país y desde la capital de la provincia hay múltiples transportes hacia los atractivos naturales. Colonia Carlos Pellegrini es el punto de partida clásico, aunque Mercedes también funciona muy bien.

Corrientes capital: historia y chamamé mezclados

Esta ciudad tiene sus años – fue fundada en 1588 y su historia se deja ver. 

La arquitectura te llama la atención porque mezcla épocas sin que se vea forzado. Iglesias coloniales al lado de edificios modernos.

Desde 1996 es oficialmente la «Capital Nacional del Chamamé». En febrero, durante el Festival Nacional, la ciudad se transforma completamente. Músicos de todo el país se juntan aquí para tocar ese ritmo que nació en estas tierras correntinas.

Carnaval correntino: pura energía

El carnaval de acá no tiene nada que ver con otros carnavales argentinos. Entre enero y febrero, las comparsas salen a la calle con una energía que contagia a cualquiera. El Corsódromo oficial tiene espacio para hasta 30.000 personas, pero los corsos de barrio son donde realmente se siente el espíritu popular.

Las murgas correntinas se preparan todo el año. Trajes hechos a mano, coreografías que mezclan tradición con innovación, carrozas que cuentan historias. Cada comparsa representa meses de trabajo comunitario.

Herencia histórica que perdura

Corrientes tiene patrimonio histórico en serio. Las misiones jesuíticas guaraníes que están en la zona fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Muchos turistas aprovechan para hacer un circuito regional partiendo desde la provincia.

La Virgen de Itatí es muy venerada por acá. Su santuario recibe fieles todo el año, pero el 16 de julio es el momento más impresionante, por la cantidad de peregrinos que llegan desde distintos puntos del país.

Mesa correntina: sabores únicos

La comida de Corrientes cuenta la historia de varias culturas que se encontraron acá: guaraní, española, criolla. El resultado son platos que no vas a probar igual en ningún otro lado.

En cualquier parrilla ribereña te van a ofrecer surubí, dorado o pacú. Los cocineros locales saben cómo prepararlos para que el sabor del río se note sin ser invasivo.

El chipá es religión acá. Se come a cualquier hora y en cualquier ocasión. Es herencia guaraní pura y se transformó en símbolo de la provincia.

Los dulces regionales son memorables: mamón en almíbar, mermelada de cayote, alfajores correntinos con recetas que guardan las familias como tesoros.

Corrientes sorprende porque combina naturaleza salvaje con tradición cultural de una manera que se siente natural. Desde los Esteros del Iberá hasta los ritmos del chamamé en las noches de verano, cada experiencia acá deja marca. Y eso es algo que no muchos destinos pueden ofrecer.