Concepción del Uruguay fue escenario de una histórica jornada de mas de 370 castraciones y vacunación antirrábica


Este viernes y sábado, el Predio Multieventos de Concepción del Uruguay se transformó en un espacio de encuentro, solidaridad y compromiso con el bienestar animal. En un hecho sin precedentes para la ciudad, se llevó a cabo una campaña masiva de castraciones gratuitas y vacunaciones antirrábicas, organizada por la Dirección de Zoonosis y Sanidad Animal del municipio en conjunto con la Fundación Planeta Vivo.

Durante ambas jornadas, unos 371 animales fueron atendidos, vacunados y castrados, en un trabajo sostenido y cuidado por parte de veterinarios, voluntarios y personal especializado. La respuesta de la comunidad fue contundente: familias de distintos barrios se acercaron con sus mascotas, muchas de ellas por primera vez accediendo a este tipo de atención.

Una ciudad que abraza con sensibilidad

La viceintendenta Ing. Rossana Sosa Zitto acompañó la actividad y destacó la importancia de este tipo de políticas públicas, que no solo previenen enfermedades y controlan la superpoblación animal, sino que generan conciencia y construyen comunidad.

La campaña fue posible gracias al impulso de Sofía Maiztegui, veterinaria uruguayense radicada hace años en Buenos Aires, quien forma parte de la Fundación Planeta Vivo y fue el nexo para que esta institución llegara por primera vez a “La Histórica”. Su amor por los animales y su compromiso con la ciudad que la vio crecer fueron el motor de esta propuesta transformadora.

Trabajo articulado y vocación

En el operativo participaron los veterinarios del Antirrábico Municipal: Ignacio Albanesse, Tomás Barbieri y Diego Pulido, junto a Belén Mérida y su equipo, quienes compartieron tareas con los profesionales de la fundación que lidera Fernando Pieroni.

Lo que se vivió en el Multieventos fue mucho más que una campaña de sanidad animal. Fue una muestra concreta de que, cuando hay articulación entre lo público y lo civil, cuando hay vocación y amor por lo que se hace, el impacto trasciende los números y deja huellas en el corazón de la comunidad.

Más que una campaña, un acto de amor

Cientos de perros y gatos fueron atendidos con cuidado y respeto. Detrás de cada uno de ellos, había una historia: una familia preocupada, un vecino comprometido, un niño llevando a su mascota de la mano. Y en cada rincón del predio, se respiraba empatía, solidaridad y la certeza de que el respeto por la vida empieza por los más indefensos.

Desde la organización se destacó la posibilidad de repetir estas jornadas, y se llamó a seguir construyendo juntos una ciudad más saludable, consciente y humana.