Científicos identifican hongos capaces de degradar plástico: un hallazgo clave frente a la contaminación global


En un contexto donde la contaminación por plásticos se ha convertido en una de las amenazas más graves para el planeta, científicos de diversas partes del mundo han logrado identificar hongos con la sorprendente capacidad de degradar materiales plásticos. Este descubrimiento representa una esperanza concreta para el desarrollo de soluciones sustentables frente a un problema que afecta océanos, ríos, suelos y hasta la cadena alimentaria humana.

Un enemigo silencioso: el plástico

Desde su invención en el siglo XX, el plástico ha transformado la vida cotidiana por su versatilidad, bajo costo y durabilidad. Sin embargo, precisamente esas características lo han convertido en un problema ambiental sin precedentes:

  • Cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo.

  • Se estima que más del 80% de los residuos plásticos no se reciclan.

  • Los plásticos tardan entre 100 y 1000 años en degradarse de forma natural, fragmentándose en microplásticos que persisten en el ambiente.

Frente a esta situación, científicos han puesto la mirada en una posible solución biológica: los hongos.

Los hongos degradadores de plástico

La capacidad de ciertos hongos para alimentarse de plásticos fue descubierta hace poco más de una década, pero en los últimos años se han intensificado las investigaciones.
Uno de los primeros en llamar la atención fue el Aspergillus tubingensis, un hongo que puede crecer sobre superficies plásticas y comenzar su degradación en cuestión de semanas.

Otros hongos identificados con esta capacidad incluyen especies de los géneros:

  • Pestalotiopsis microspora (descubierta en la Amazonía), capaz de descomponer poliuretano, incluso en condiciones sin oxígeno.

  • Fusarium solani

  • Engyodontium album, entre otros.

Estos organismos producen enzimas específicas que rompen las cadenas moleculares del plástico, convirtiéndolo en compuestos más simples, algunos de los cuales pueden ser reutilizados por otros organismos o procesos naturales.

Aplicaciones y potencial de uso

Aunque las investigaciones están en etapas de laboratorio, el potencial de estos hongos es amplio:

  • Podrían ser utilizados en plantas de tratamiento de residuos.

  • Se estudia su incorporación en sistemas de biorremediación de suelos contaminados.

  • Existe interés en diseñar bioplásticos que se degraden más fácilmente con ayuda de estos microorganismos.

  • Incluso se proyectan soluciones para residuos espaciales en misiones prolongadas.

Una oportunidad para cambiar el rumbo

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), si no se toman medidas urgentes, en 2050 habrá más plástico que peces en los océanos. En ese marco, el desarrollo de tecnologías que imiten o utilicen procesos naturales es clave.

Además de los hongos, también se investigan bacterias que degradan plástico, pero los hongos ofrecen ventajas: son más resistentes, pueden crecer en ambientes variados y producen enzimas con mayor efectividad en muchos casos.

Un llamado a la conciencia y la acción

Si bien los hongos degradadores de plástico no resolverán el problema por sí solos, representan una herramienta valiosa dentro de una estrategia más amplia: reducir el consumo de plásticos de un solo uso, mejorar la gestión de residuos y fomentar la educación ambiental.

La naturaleza vuelve a demostrar que tiene sus propias soluciones. La tarea ahora es escucharla, investigarla y aplicarla con responsabilidad.


Fuentes consultadas:

  • Journal of Hazardous Materials

  • Nature Sustainability

  • Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

  • Universidad de Utrecht (Países Bajos)

  • Universidad de Yale (EE.UU.)