La leyenda del mecánico francés que estrelló su auto y en doce días lo transformó en una moto para escapar del desierto africano

A fines de marzo de 1993, Emile Leray materializó una proeza: convirtió su Citroën 2CV en una motocicleta improvisada luego de quedar varado en la inmensidad del Sahara occidental. Tenía 43 años y prefirió pasar doce días reconstruyendo el vehículo en vez de abandonarlo en el desierto. Mitos de un relato tan verosímil como increíble y que sirvió, fundamentalmente, para hacer famoso al mecánico.

Era un intrépido. Viajaba solo. Le gustaba sumergirse en esas largas, profundas e irregulares sabanas africanas. Algo del paisaje y de la aventura le daba sosiego. Era mecánico y tenía un auto confiable. Había trabajado en varias empresas francesas como él radicadas en el norte africano. El tránsito entre las naciones del noreste continental en la década del noventa tenía sus condicionamientos. La historia que, obra del tiempo, la trascendencia y la verosimilitud, escaló al rango de leyenda: los datos son difusos y las precisiones son maleables a efectos de contribuir a la gesta y a la fama del protagonista.