Cuando se habla de inversiones seguras, los ladrillos continúan siendo una opción preferida para muchos argentinos, más aún en tiempos de volatilidad (nacional y global). La estabilidad que ofrece el mercado inmobiliario, incluso en contextos económicos cambiantes, sigue atrayendo a quienes buscan proteger su capital. Ahora bien, es sabido que elegir dónde invertir puede marcar una diferencia muy grande entre una operación exitosa y una que… no cumpla con las expectativas. Algunas zonas del país están experimentando un auge notable sin ser tan reconocidas, con crecimientos sostenidos en la demanda de propiedades y, por consiguiente, en su valorización. A continuación, veremos 3 ejemplos de localidades donde se puede considerar una inversión inmobiliaria, ya que presentan signos de crecimiento.
Pilar: el norte que no deja de crecer
En la zona norte del Gran Buenos Aires, Pilar se ha consolidado como uno de los destinos predilectos para quienes buscan una casa en venta en Pilar combinando calidad de vida y buena inversión. Este distrito ha logrado sostener un crecimiento constante durante las últimas décadas, convirtiéndose en un polo que atrae tanto a familias que buscan establecerse como a inversores con visión de futuro.
La expansión de Pilar no ha sido casualidad. La combinación de factores como la mejora en los accesos (con la Autopista Panamericana como eje central), el desarrollo de centros comerciales de primer nivel, universidades prestigiosas y una amplia oferta de servicios ha creado el ambiente perfecto para que las propiedades mantengan su atractivo. Las casas en countrys y barrios cerrados siguen siendo las más buscadas, aunque también hay un mercado creciente para propiedades en barrios abiertos con buen entorno.
Las zonas que se ubican cerca del kilómetro 50 de la Panamericana están experimentando un momento particularmente favorable, con desarrollos que combinan espacios verdes generosos y seguridad, dos factores muy valorados actualmente. Los precios, si bien se ubican por encima del promedio de otras localidades bonaerenses, suelen compensarse con la tendencia a la valorización constante que caracteriza a esta zona.
Colón: la joya entrerriana que despierta interés
Aunque menos mencionada en los grandes medios, desde hace varios años que Colón viene posicionándose como una de las ciudades revelación en el mercado inmobiliario entrerriano e incluso a nivel nacional. Esta ciudad a orillas del río Uruguay no solo cautiva por sus atractivos naturales, sino que ha experimentado un desarrollo inmobiliario notable en los últimos años, impulsado principalmente por el turismo y la calidad de vida que ofrece. Quienes la conocemos sabemos de su belleza y su expansivo turismo hace que crezca también la rentabilidad de sus inmuebles con el tiempo.
Sucede que las propiedades en Colón presentan una interesante ecuación: precios aún accesibles en comparación con otras ciudades turísticas y un potencial de rentabilidad atractivo, especialmente cuando se destinan al alquiler para turistas. Las casas y departamentos ubicados en zonas cercanas a la costanera están entre los más solicitados, con una demanda que se mantiene constante incluso fuera de la temporada alta.
Un aspecto destacable del mercado inmobiliario colonense es su resiliencia. Mientras otras plazas pueden experimentar fluctuaciones bruscas, Colón ha mostrado una estabilidad envidiable, con crecimientos más moderados pero sostenidos. Para los entrerrianos que buscan invertir en su propia provincia, representa una alternativa que combina orgullo local con inteligencia financiera.
Nordelta: el barrio que se convirtió en ciudad
Completando esta tríada de oportunidades, Nordelta sigue representando un caso de éxito en términos de desarrollo inmobiliario planificado. Las propiedades en la ya famosa Nordelta están entre las más valoradas del conurbano bonaerense, y aunque los precios de ingreso pueden resultar elevados, la tasa de valorización suele compensar la inversión inicial. El perfil del comprador en esta zona apunta principalmente a un nivel socioeconómico alto, lo que contribuye a mantener estándares de calidad en todos los servicios.
Un fenómeno interesante es el creciente interés por parte de inversores del interior del país, quienes ven en Nordelta no solo una oportunidad de inversión sino también una posible segunda residencia para estadías en Buenos Aires. La conectividad con la Capital Federal (a unos 30 kilómetros) y el ambiente seguro son factores determinantes en esta decisión.
Invertir en ladrillos sigue siendo una decisión inteligente, especialmente cuando se seleccionan mercados con fundamentos sólidos como los mencionados. Tanto para entrerrianos que buscan diversificar sus inversiones como para interesados de otras provincias, estas tres localidades ofrecen un panorama alentador en un contexto donde proteger el capital se ha vuelto más importante que nunca.
