Malena Maroli es la coordinadora de la Intendencia del Parque Natural Provincial Islas y Canales Verdes del Río Uruguay y depende orgánicamente de la Dirección General de Ordenamiento Territorial, Áreas Protegidas y Biodiversidad, que está a cargo de Pablo Aceñolaza.
En la actualidad Maroli coordina el Cuerpo de Guardaparques que está compuesto por ocho agentes, que se vienen desempeñando desde el 2022 con capacitaciones y se iniciaron activamente en el 2023, cuando comenzaron a desempeñarse como agentes territoriales de conservación en el Parque Natural Provincial.
“Nací́ y me crié en la Provincia de Buenos Aires, en el Partido San Martín, donde nació́ José́ Hernández y en su momento fue reconocida como la Capital de la Industria. Así́ que vengo de un barrio muy industrial, muy fabril. Después, mi profesión al estudiar Biología me llevó a insertarme laboralmente en Entre Ríos, en Diamante. Desde entonces -2014-, he vivido en Entre Ríos, antes en la costa del Paraná́ y ahora en la costa del Uruguay. Y en el medio también hice un pasaje por Chaco, de un año y medio. Y actualmente estoy residiendo en Concepción del Uruguay”, referenció Maroli.
“Soy bióloga egresada de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Y mi doctorado lo hice en esa universidad, apoyada con una beca del CONICET y con lugar de trabajo en el Centro de Investigación que está en Diamante. Creo que han llegado a elegirme como intendenta del Parque, justamente por este perfil técnico que tengo, porque el director de Áreas Naturales Protegidas de la provincia, Pablo Aceñolaza, también es investigador del CONICET. Él fue quien me convocó para tomar este cargo que es coordinación, es decir, mi cargo como funcionaria está a la par de otros coordinadores que dependen de directores a nivel provincial. Pero, es la primera vez que se designa alguien para este puesto, para esta área natural protegida, que es nueva también en la historia de la provincia”, destacó.
“En la actualidad, temporalmente estamos trabajando con nuestra base operativa en un espacio que nos concedió la Municipalidad en las instalaciones del Juzgado de Faltas que funciona en el SUM. Estamos muy agradecidos por esto, porque nos permite adecuar mejor la que será nuestra base operativa en la antigua Escuela Nº 105, camino a Campichuelo. Pero, para nosotros además que el Municipio nos cediera gentilmente este espacio, es una oportunidad para construir y fortalecer el vínculo. El proyecto como tal está ingresando en su cuarto año, y se articularon con varias organizaciones como la Fundación WCS (Wildlife Conservation Society), Banco de Bosques, Battler Conservation y AMBÁ que es una ONG uruguaya. Y ahora esta vinculación territorial -entiendo yo- a través de la Dirección de Áreas Protegidas de la provincia nos permite fortalecer lo local con un acercamiento más entre los distintos niveles del Estado. Con el Municipio es un vínculo permanente y para siempre”, definió.
En otro orden, destacó la importancia de valorar un área protegida y lo fundamentó en tres ejes claros vinculados con el desarrollo sostenible. “Puede generar mejoras en múltiples aspectos de la vida de la comunidad. Primero, en proteger y tener reservorios de bienes comunes, como llamamos a lo que antes decíamos recursos naturales, que son el sostén de nuestra propia vida como seres humanos en el planeta. Entonces, contar con lugares en donde podamos proteger esos bienes comunes para nuestra propia vida y para las generaciones venideras, en un mundo que está en crisis, en crisis climática y de biodiversidad, es muy importante. Entonces, ser una comunidad que está en las puertas de un área natural protegida tiene eso: el poder abrazar ese reservorio de vida y cuidarlo y ser parte. Y luego, creo que hoy día también está vinculado con cuestiones más relativas al turismo porque hay capacidad para generar muchos recursos alrededor de las áreas naturales protegidas. A diferencia tal vez de otras épocas en la historia de la humanidad, es altamente valorado el turismo en áreas agrestes, naturales, llamado ecoturismo. Y eso puede redundar en un montón de beneficios para la comunidad. Además, es una oportunidad impresionante para la formación y la vinculación con instituciones de la sociedad civil como las universidades, los centros de investigación, las asociaciones civiles como pueden ser clubes de observadores de aves, escuelas… Es un aula a cielo abierto”, destacó.
También fue consultada por las áreas protegidas que tienen continuidad territorial en la República Oriental del Uruguay. Porque si bien en lo formal no es un Parque Binacional, tiene una continuidad ambiental que jerarquiza el concepto de área protegida, teniendo en cuenta que se trata de administraciones de países diferentes.
“Se trata de un esquema de conservación más abierto porque involucra frontera entre dos países con todas las complicaciones administrativas que eso tiene. Pero, lo veo muy prometedor por ese enfoque a nivel de corredores de conservación. La conservación involucra manejar escalas que manejan las especies que viven en los ecosistemas que queremos cuidar y que son más amplias que las fronteras administrativas. Por parte de la Provincia tenemos toda la intención en realizar la mejor conservación posible que podamos del ambiente y generar la mayor cantidad de oportunidades también para las comunidades locales en el marco de este gran proyecto”.
