Luego de mucho tiempo, familiares de nuestros héroes de la Guerra de Malvinas, pudieron viajar a las Islas para estar junto a la tumba de sus seres queridos fallecidos en esa guerra tan desigual con el invasor inglés. Entre estos fueron familiares del Cabo Primero Julio Omar Benítez, miembro de la Prefectura Naval muerto en lo que fue el bautismo de Guerra de la Prefectura, cuando fueran atacados por un avión de combate Harrier.
Cuantas emociones y recuerdos deben haber pasado por la mente de estos argentinos que debieron esperar tanto para volver a nuestras islas, con tanto protocolo que duele.
Carlos Benítez y sus hijas Macarena y Milagros, son los protagonistas de este viaje, quienes el pasado martes llegaron al hotel Presidente en la ciudad de Buenos Aires dónde les entregaron sus pasaportes (como si fuéramos a otro país).
En ese momento se les informó las cuestiones de que podían y no podían hacer durante la estadía en las Islas Malvinas.
Ese mismo martes a las 22.30 partieron hacia Ezeiza dónde los esperaba un avión de la empresa Andes con la cual viajaron e hicieron escala en Río Gallegos donde subieron más familiares y de allí directo a Malvinas.
“A las Islas llegamos 7:30 de la mañana, donde nos sellaron los pasaportes y luego nos trasladaron en colectivos hasta Darwin. Estuvimos en el cementerio unas horas, pudiendo sentir el clima hostil durante las horas que estuvimos en las Islas. Frío, vientos y la nieve se sintieron tanto como las lágrimas que compartimos absolutamente todos los familiares que fuimos”.
Benítez contó a 03442 que los encargados de recibirlos, les prepararon una carpa con sillas y mantas y bebidas calientes y sanitarios para soportar mejor el clima y las horas que estuvimos en Darwin.
Prohibido traerse nada
“Se llevó a cabo una misa también y tuvimos tiempo para recorrer esa tierra y acompañar a nuestros héroes. A eso de las 11:30 ya retomamos hacia el aeropuerto nuevamente y allí estuvimos bastante demorados ya que nos revisaron absolutamente todas las pertenencias. No nos dejaron traer siquiera un pedacito de tierra o piedras, nada”, dijo Benítez acongojado, como si esa tierra no fuera nuestra.
Tras el control retornaron al continente, llegando a Ezeiza nuevamente, donde los recibieron los Patricios y luego de una conferencia regresaron al hotel.
Sin dudas lo vivido quedará en la memoria y esas imágenes jamás se borrarán de sus retinas, pero lo más importante es haber estado junto a sus seres amados, nuestros héroes. Esos héroes que debemos honrar siempre y continuar enseñándole a los chicos lo que hicieron, remarcando que Malvinas son y serán Argentinas, algo que nuestros representantes políticos (sean del partido que sean) deben entender y tener siempre presente. Es su obligación seguir reclamando nuestro territorio, territorio que está impregnado de la sangre de nuestros jóvenes que quedaron para siempre en nuestra historia.
NOTA PABLO BIANCHI/03442