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Este hito fue logrado por el futbolista argentino Cesáreo Onzari el 2 de octubre de 1924. El gol ocurrió durante un partido amistoso entre Argentina y Uruguay. Onzari ejecutó un tiro de esquina que, para sorpresa de todos, entró directamente en la portería de Uruguay sin que ningún otro jugador la tocara antes.
A la vieja cancha de Sportivo Barracas, llegaron los uruguayos con la gloria que les otorgó Colombes: Campeones Olímpicos. América se había conmovido con ese título de los orientales, y la Argentina quiso ver enseguida a los héroes que asombraron Europa, por lo que se concretó inmediatamente un partido amistoso. Encuentro que tendría carácter de histórico, ya que Cesáreo Onzari anotó un gol directo desde el corner que por ser ante los campeones olímpicos recibió el nombre de gol «olímpico». Un remate de Tarascone y Mazzali que desvía al corner. Ejecuta Onzari, arremete Seoane y la pelota penetra directamente. Hacía pocos días que ese tipo de goles había sido reglamentado, anteriormente se consideraba al corner como un tiro libre indirecto. Al final ganó Argentina 2 a 1, pero aquel partido estará siempre asociado al gol olímpico de Onzari. En un primer momento todos hablaban del gol de Onzari como “El gol a los olímpicos”, para luego quedar en el vocabulario futbolero como “Gol Olímpico”. La esencia de esta hazaña radica en la capacidad del jugador para superar al arquero y a la defensa rival directamente desde un tiro de esquina.
A lo largo de los años, varios jugadores legendarios han logrado esta proeza extraordinaria, contribuyendo así a la mitología del fútbol.
El primer gol olímpico anotado en una Copa América lo hizo el chileno Humberto Moreno en el partido entre Chile y Bolivia que terminó 7-1 a favor de los chilenos, en la edición de 1926 que se jugó en el país trasandino y en el cual Uruguay se coronó campeón.
El primer gol de este tipo anotado en una Copa Mundial de Fútbol fue conseguido por el cubano José Magriñá el día 5 de junio, en el Mundial de Francia de 1938, durante el partido jugado en el Estadio Chapou de la ciudad de Toulouse, entre Cuba y Rumania, cuyo resultado final sería 3 a 3. En el Mundial de Chile de 1962, en el partido entre Colombia y la Unión Soviética en la fase de grupos, Marcos Coll lo logró frente al considerado mejor arquero de todos los tiempos, Lev Yashin (la legendaria “Araña Negra”).
Cesáreo Onzari, nacido el primero de febrero de 1903, se formó futbolísticamente en Sportivo Boedo y Mitre. Llegó a Huracán en 1921, donde ocupó el puesto de extremo izquierdo, justo a tiempo para la fase decisiva y contribuyó a la conquista del campeonato por parte de su equipo. En este club se mantuvo gran parte de su vida deportiva, hasta su retirada en 1933, Onzari era reconocido como uno de los principales talentos del fútbol argentino, destacándose por su velocidad y su visión de juego, pero sobre todo por su habilidad para controlar la pelota de manera precisa y mantenerla pegada a su pie. Participó como internacional con la Selección Argentina en 14 ocasiones, marcando 5 goles.
Elìas Almada
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Fuentes: Gallego, Jorge Horacio Cihefe, ed. «Algunas novedades sobre el gol olímpico». El Gráfico. «Cesáreo Onzari, el inventor del gol olímpico». La historia del gol olímpico
