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En la tarde de este jueves, la biblioteca Lucienville de la ciudad de Basavilbaso, fue escenario de un emotivo acto de recordación y pedido de justicia por las víctimas del cobarde atentado terrorista a la sede de la AMIA, bajo el lema: «El terrorismo sigue, la impunidad también», del cual se cumplieron 30 años.
La ceremonia inició con un sentido minuto de silencio en homenaje a las víctimas. Daniel Soifer, representando a la Asociación Israelita de Basavilbaso, recitó el kadish, una plegaria en memoria de los fallecidos. Posteriormente, el Intendente Hernán Besel, la Viceintendente Maricel Tulián y el presidente de la Asociación Israelita de Basavilbaso, Miguel Bajaroff, encendieron velas en honor a las 85 víctimas mortales.
En su discurso, Bajaroff lamentó la deuda pendiente que tiene la democracia argentina ylos diversos gobiernos desde 1995 en términos de verdad y justicia. “¿Qué nos queda por decir, qué nos queda por reclamar? Cada gobierno prometió, pero ninguna acción concreta se llevó a cabo”, expresó. Recordó el Memorándum de Entendimiento con Irán en 2013, cuestionando su eficacia y criticando el acercamiento con un «Estado asesino».
Bajaroff también mencionó el asesinato del fiscal Alberto Nisman en 2015, encargado de la investigación del atentado, un hecho que quedó impune. “Hemos sido engañados durante 30 años”, afirmó con vehemencia, enfatizando la necesidad de verdad y justicia para las víctimas y sus familias.
Finalmente, la Dra. Silvia Glaz de Rosquin, quien ofició como maestra de ceremonias, destacó la persistencia del odio y la violencia, reflejados no solo en el atentado a la AMIA sino también en la reciente masacre del 7 de octubre en Israel. “Debemos transmitir a las nuevas generaciones la importancia de recordar y actuar”, subrayó.
Concluyó citando una canción de Jairo, reiterando la determinación de la comunidad en la lucha por la justicia y la paz: “Solo con justicia nos haremos dueños de la paz. Queremos un país feliz, con amor y libertad”. La ceremonia culminó con un agradecimiento al público presente, resaltando su apoyo como “una caricia al alma”.
