Las motos: Un problema sin solución que cuesta vidas y mucho dinero al estado

El pasado fin de semana, un convecino fallecía al protagonizar una caída con su moto en calle El Despertar Obrero, al oeste del centro de Concepción del Uruguay. El malogrado motociclista, señalaron fuentes policiales, iba sin casco y el impacto de su cabeza contra un árbol, le terminó costando muy caro, perdió la vida.

Tras el hecho, desde el municipio se envió un mensaje a la comunidad, tratando de concientizar sobre el uso obligatorio del caso, algo que viene desde hace mucho tiempo, pero parece no ser tomado en cuenta por numerosos usuarios de este tipo de vehículos, más allá que lo sucedido el fin de semana se suma a otros casos fatales y graves.

La situación sigue siendo muy compleja y sin dudas es el Estado quien debe disuadir u obligar a los motociclistas a cumplir las reglas, cueste lo que cueste y demande el trabajo que demande, ya que de otra manera, evidentemente esto no funciona.

03442 recorrió durante tres jornadas las calles de la ciudad observando a las motos en distintos puntos de la ciudad, tanto de día como de noche.

Las faltas observadas son innumerables y se el municipio ejerciera el control estricto se haría un verdadero festín de multas y secuestros de rodados.

Son numerosos los motociclistas que parecen no conocer que el semáforo rojo es para todos y sobre todo para aquellos que están apurados para llegar a destino, algo que muchas veces no logran.

La falta de patentes en muchas motos, es otra de las infracciones observadas, más allá de que se secuestraron varias, pero el problema subsiste.

El drama del caso

La muerte de este convecino parece no haber afectado o concientizado a los usuarios, que en un 40 % de los casos no usan el caso o lo llevan colocado de manera de bonete o gorro, lo que sin dudas no cumple con las reglamentaciones.

Otro problema son aquellos que van de a dos o muchas veces de a tres y de a cuatro en una moto, y solo quien conduce lleva su casco, como si el acompañante estuviera eximido de sufrir las consecuencias de un choque o rodada.

Los infractores en su mayoría, se los puede encontrar de los bulevares Montoneras, Constituyentes e Yrigoyen, para afuera del casco céntrico, donde casi todos usan el casco, sabiendo que los mayores controles se hacen en el centro, algo que sin dudas debería extenderse.

Es importante que esto sea tenido en cuenta por las autoridades y los responsables de esta seguridad, que además de velar por la salud y la vida de quienes van en una moto, contribuyen a la seguridad del vecino en materia delictiva, ya que los controles permanentes de motos, llevan al motochorro a verse limitado en su accionar.

Es de esperar que esto mejore, para salvar vidas, graves consecuencias físicas y millonarios gastos en tratamientos y hospitalizaciones, que generan grandes pérdidas al estado en materia de salud, pero solo se logrará con mano firme.

Pablo Bianchi de la Redacción de 03442