Columna de Astronomía. 40 años del primer vuelo autónomo de un astronauta y ¿ quiere que su nombre esté en la Luna ?

El 7 de febrero de 1984  por primera vez un astronauta salió de su nave espacial sin ataduras ni umbilicales.

El astronauta Bruce McCandless II se convirtió en el primer astronauta en flotar en el espacio sin estar sujeto a una nave, durante esta primera prueba de “campo” de un dispositivo de mochila propulsado por nitrógeno y controlado a mano llamado Unidad de Maniobra Tripulada (en inglés se la conoce como Manned Maneuvering Unit: MMU).

Robert L. “Hoot” Gibson, el piloto del vuelo, fue el único de la tripulación que “no tenía absolutamente nada que hacer” mientras McCandless se dirigía al espacio, por lo que tomó una cámara Hasselblad y comenzó a documentar los acontecimientos.

Cuando miró por primera vez a través del visor de la cámara, no podía creer lo increíble que era ver a McCandless flotando libremente sobre la Tierra. Gibson quería capturar lo que estaba viendo y recordó lo meticuloso que era.

Para cada fotografía, tomó tres lecturas del medidor de luz y verificó el enfoque cuatro veces.

En el entrenamiento de fotografía de la tripulación, aprendió que un horizonte torcido se veía mal y no era agradable a la vista. Eso presentaba un ligero problema porque el Challenger tenía una inclinación de 28,5 grados, por lo que Gibson “giró la cámara para nivelar el horizonte en las imágenes”.

Descripción de la imagen: El astronauta McCandless II se ve como una figura en miniatura vestida con un traje espacial blanco, rodeada por la oscuridad del espacio. La Tierra es visible en el tercio inferior de la foto. Crédito: NASA / Robert L. “Hoot” Gibson

Como dato anecdótico las dos MMU que se fabricaron se utilizaron sólo dos veces, pues se consideraron muy peligrosas y el trabajo realizado por los astronautas era más eficiente que lo realicen los brazos robóticos.

Así que la NASA las tiene almacenadas en un área limpia en sus depósitos.

¿ Quiere que su nombre esté en la Luna ???

Para finales de éste año está planeado que el  rover lunar Artemis de la NASA, el rover de exploración polar de investigación de volátiles, o VIPER, explorará el entorno relativamente cercano pero extremo de la Luna en busca de hielo y otros recursos potenciales. Este robot móvil aterrizará en el polo sur de la Luna a finales de 2024 en una misión de 100 días.

La información crítica que proporciona enseñará sobre el origen y la distribución del agua en la Luna y ayudará a determinar cómo se pueden  aprovechar los recursos de la Luna para la futura exploración espacial humana.

La NASA utilizará los datos que recopile el rover para mostrar dónde es más probable encontrar el hielo de la Luna y dónde es más fácil acceder, lo que convertirá a VIPER en la primera misión de mapeo de recursos en otro cuerpo celeste.

Los primeros mapas de recursos de la Luna marcarán un paso crítico para que las misiones Artemis de la NASA establezcan una presencia a largo plazo en la superficie de la Luna.

Gracias a misiones pasadas como satélites que orbitan la Luna o impactan en su superficie, se sabe que hay hielo en los polos lunares. Pero para poder usarla algún día, se necesita aprender más sobre esa agua, de manera cercana y personal. VIPER recorrerá la Luna utilizando sus tres instrumentos y un taladro de 1 metro para detectar y analizar diversos entornos del suelo lunar en una variedad de profundidades y temperaturas. El rover se aventurará en cráteres permanentemente en sombra, algunos de los lugares más fríos del sistema solar, donde las reservas de hielo han durado miles de millones de años.

Los instrumentos de VIPER también realizarán importantes mediciones científicas: determinar la distribución, el estado físico y la composición de estos depósitos de hielo ayudará a comprender las fuentes del agua polar lunar, dando una idea de la distribución y el origen del agua y otros volátiles en todo el sistema solar.

Durante la exploración de la Luna por parte de VIPER, el rover soportará condiciones de temperatura extrema, iluminación dinámica y terreno complejo, mientras que la conducción del rover casi en tiempo real presentará nuevos desafíos de ingeniería y diseño que el equipo deberá superar.

Bien, todo ésta introducción es para decir que el VIPER llevará los nombres de todos aquellos que se inscriban, ingresando a https://www3.nasa.gov/envia-tu-nombre-con-viper/ podrá realizar la inscripción para que su nombre éste por siempre en nuestro único satélite natural.

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