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Concepción del Uruguay se sumó al paro organizado por la CGT y marchó contra el DNU – Ley Ómnibus del Gobierno de Milei, marcha que se replicó en todo el país, con multitudinarios actos en cada una de ellas. Fue convocada por las organizaciones nucleadas en el Movimiento Obrero y Social Uruguayense (MOSU), vecinas y vecinos autoconvocados en defensa de la democracia.
En La Histórica, militantes veteranos, con varias convocatorias a cuestas, concordaron con quien escribe que fue una de las más importantes de la ciudad desde el regreso a la democracia. Cerca de cinco cuadras de extensión, sin importar los números, solo trabajadores de distinto palo, unidos en un reclamo justo a partir de la pérdida de derecho que se vienen registrando desde la asunción del nuevo gobierno y de las que vendrán, sin lugar a dudas.
Las columnas comenzaron a reunirse, a las 11, en 9 de Julio y el bulevar Los Constituyentes (vaya paradoja la calle que recuerda la Independencia y el bulevar que honra a la última Reforma de la Constitución que pretenden socavar) para partir desde allí a Plaza Ramírez.
Las banderas de cada uno de los sindicatos marcaban la pertenencia de las columnas, mientras que los trabajadores de la cultura, los empleados del Palacio San José, militantes ecológicos y contra los agrotóxicos y simples ciudadanos de a pie, el PO, remontaron la principal arteria de la ciudad para converger en Plaza Ramírez, donde giraron en contra del transito para reunirse en las escalinatas del Centro Cívico. Ahí, se leyeron las consignas, con el micrófono pasando por cada una de las gargantas de los sindicados y agrupaciones presentes, remarcando el golpe que significa la Ley que están a punto de aprobar contra el grueso del pueblo argentino, el ataque a la cultura, la vía libre para la extranjerización de la tierra, la educación y los derechos de los trabajadores.
Al pie de la escalinata se observo al intendente y parte de su gabinete, mientras que algunos concejales mirando desde otros lugares.
Solo una pequeña discusión se produjo entre una mujer que manejaba una camioneta importada y los marchantes, en la esquina de Congreso de Tucumán y 9 de Julio, que no pasó de un intercambio de palabras. El resto fue de manera pacifica, con mucha gente saludando el paso de las columnas.
Gerardo Pipo Iglesias
