Como ya se informara en 03442, en la Sala Penal de Concepción del Uruguay, se está desarrollando el juicio oral a puertas cerradas, contra Luis Alberto Pitura, acusado de abusos sexuales de tres niñas, quienes lo denunciaron en el año 2020, siendo mayores de edad.
En estas dos jornadas se realizaron los alegatos de apertura y se tomaron testimoniales, entre ellas a las víctimas, continuando con la presentación de pruebas y testimonios este miércoles, teniéndose previsto los alegatos de cierre para el jueves.
Para tener en cuenta
A Pitura, conocido vecinos de Basavilbaso, se lo denunció en 2020 por los abusos de tres niñas de entre 6 y 7 años, hecho que habrían ocurrido entre los años 2004 y 2006, en circunstancias que las menores quedaban con el cuando tenía a su cago un emprendimiento avícola de esa zona.
El hecho se conoció casi 18 años después, cuando las víctimas fueron mayores de edad y tomaron coraje para contar lo que les había sucedido, generando el repudio de una comunidad que no dudó en movilizarse reclamando justicia.
Una lucha de la Fiscalía
Tres años después de radicadas las denuncias, con numerosas idas y vueltas y un complicado trabajo de la Fiscalía, a cargo de la doctora Gabriela Seró, se logra llegar al juicio oral, presidido por el doctor Rubén Chaia, debiéndose recordar que este debata estuvo a punto de ir a Juicio por Jurados, pero se cambió al variar la acusación.
Respecto a lo sucedido, la Defensa Particular, lo dijo en su alegato de apertura, sostiene que dado el paso del tiempo, la causa está prescripta, lo que tratará de sostener una vez finalizadas las testimoniales, intentando al menos librar a su representado de esa responsabilidad por esta circunstancia.
Este tema es sin dudas una lucha constante que viene librándose desde la Procuración que sigue las causas contra pensamientos obsoletos y que no tienen en cuenta que en este tipo de hechos, en muchos casos las víctimas logran contar sus vivencias con su madurez.
En este caso en especial, el defensor se aferra a que las denunciantes acusan a su cliente tanto tiempo después, pero más allá de esta postura, hay que tener en cuenta las modificaciones de la Ley, ya que antes prescribían este tipo de delitos, pero actualmente se llama “Ley de respeto a los tiempos de la víctima”, que contempla el hecho de que los niños a su corta edad no entienden que está bien y que está mal sexualmente y que con el tiempo, al crecer y madurar, logran enfrentar estos hechos y sacarlos a la luz.
Esto se puede ver en numerosos casos que tuvieron gran repercusión, como ser el caso del abogado Gustavo Rivas de Gualeguaychú; o el caso del cura Marcelino Moya; el entrenador de Regatas Quinodoz, que se presentó el pedido de prescripción que no prosperó; el del ex funcionario de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) Enrique Barés, siendo en este caso condenado y confirmadas las sentencias, hasta llegar al Superior Tribunal de Justicia que los declara prescriptos, lo que obliga a Procuración a presentar Recurso Extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia, que todavía no se expidió.
Todo lleva a buscar el castigo a este tipo de hechos aberrantes; tanto la Ley de respeto a los tiempos de la víctima”, como la “Convención de los derechos del niño” o la Tutele Judicial Efectiva. Es verdaderamente importante tener en cuenta que “nunca una norma puede garantizar la impunidad, sino todos los compromisos internacionales, precisamente van por el castigo a este tipo de conductas contra la mujer y los niños”.
Es por eso que este juicio vuelve a ser muy importante y centra la atención de la comunidad de Basavilbaso y del PDT (Plenario de Trabajadoras) que se movilizó a Tribunales el día del inicio del debate. El cierre será el jueves con los alegatos y allí se conocerá el pedido de pena de la Fiscalía y de absolución del defensor particular.