La carga estaba oculta en la consola central de un vehículo proveniente del país vecino. Habían puesto la mercadería en el lugar del air bag. Los agentes secuestraron los pendrives valuados en $800 mil y la multa podría ser de $8.000.000. El operativo fue en la terminal fluvial de Puerto Iguazú.
Los agentes especializados de la Dirección General de Aduanas evitaron el ingreso ilegal de cinco mil pendrives que ciudadanos paraguayos intentaron ingresar a Argentina en un vehículo acondicionado para el contrabando.
El descubrimiento ocurrió cuando un auto con matrícula de Paraguay llegó a la terminal fluvial de Puerto Iguazú en balsa. El primer paso fue realizar las preguntas habituales de control, pero no fueron suficientes porque las respuestas del hombre encendieron las alarmas del personal de la Aduana.
El hombre respondía con vaguedad y se contradecía en pequeños detalles que hicieron aumentar la sospechas, los guardas estaban seguros que ocultaba algo. Cuando le preguntaron si llevaba algo para declarar dijo que no transportaba nada.
El segundo paso fue realizar una exhaustiva inspección del automóvil. Fue en ese momento que identificaron sectores del rodado que no lucían de manera habitual, se notaba que había sido modificado. Por ejemplo, la consola central tenía signos de haber sido manipulada recientemente. También notaron que no tenía air bag, esto fue central para confirmar sus sospechas porque suelen usar ese espacio para ocultar mercadería.
El tercer paso fue abrir esas partes del vehículo y finalmente encontraron la carga que el hombre intentaba ingresar a Argentina. Llevaba 5.000 pen drives marca Max de 4 GB de capacidad.
Dado que la maniobra significa una transgresión al artículo 947 del Código Aduanero, los agentes secuestraron toda la mercadería valuada en $800.000. La multa podría llegar a $8.000.000.