Dos celebraciones de relevancia para la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Paraná se conjugan este 1° de noviembre: el Día del Mediador Comunitario y los 20 años de inicio de funcionamiento del Centro de Mediación de la institución.
El reconocimiento a los mediadores y mediadoras fue establecido, mediante la ordenanza N° 9117 de 2013, el primer día de noviembre en conmemoración del inicio del Centro de Mediación, en 2003. Y la disposición fue a modo de homenaje a la valiosa labor de los más de un centenar de personas que integran cada año el Registro de Mediadores Comunitarios Voluntarios y Ad honorem de la Defensoría del Pueblo.
El trabajo voluntario, silencioso y de gran valía, el compromiso y la vocación por el diálogo y la convivencia pacífica son parte de los aspectos destacados de quienes integran el Registro de Mediadores –algunos desde los primeros años- y de aquellos que han participado de la nómina en distintos períodos.
Son más de 500 personas las que han pasado por el Registro a lo largo de estas dos décadas, brindando su tiempo y dedicación tanto para mediar en los conflictos entre vecinos que recibe la Defensoría –medio millar promedio al año-, como también cumpliendo con las instancias de capacitación permanente y reflexión sobre la práctica de la disciplina que ofrece y exige la institución con el fin de resguardar la calidad del servicio.
Es de destacar además la activa participación del grupo de mediadores en distintas actividades comunitarias –talleres, rondas de escucha, pintura de murales, colectas solidarias en distintos barrios- encaradas por el Centro de Mediación.
A todos ellos, la Defensoría del Pueblo saluda, agradece y destaca el trabajo generoso y comprometido, que permite a la institución brindar un servicio de calidad y gratuito a la comunidad, fundado en el diálogo y en la resolución pacífica y colaborativa de los conflictos de convivencia.
El reconocimiento y un especial agradecimiento en este día es también para Martha Arrías Pabón, la primera Coordinadora del Centro de Mediación y creadora del Registro de Mediadores Comunitarios Voluntarios, una modalidad de trabajo inédita iniciada en noviembre de 2003 que ha tenido una importante evolución y crecimiento en el tiempo.
Así, con esta impronta, con la labor incesante y las características de ser el más numeroso del país –más de cien mediadores y mediadoras se anotan por año-, su conformación multidisciplinaria –confluyen personas con distintos oficios y profesiones- y su condición de ad honorem, ubican al Registro de Paraná en un lugar destacado en el ámbito nacional y en otros países. Es considerado “un modelo” a seguir.