Los muñecos, valuados en USD 45.000, habían sido declarados como que no contenían pilas alcalinas cuando en realidad había 3 por cada unidad. Las pilas necesitan una certificación especial para su importación por tratarse de un elemento que puede ser dañino para la salud y el medioambiente. El operativo fue en Córdoba y la Aduana efectuó una multa que supera los $15.000.000.
La Aduana realizó, en la previa de las compras de los regalos de navidad, un exhaustivo control físico de la mercadería importada por una reconocida firma mayorista de Córdoba. El operativo, realizado en el depósito fiscal Zofracor, resultó con el secuestro de 6.000 juguetes conocidos como “Bebotes”.
Durante la inspección, los agentes especializados del organismo detectaron serias irregularidades en la declaración de la mercadería cuyo origen y procedencia era China. Los muñecos habían sido registrados como que eran juguetes sin pilas alcalinas, cuando en realidad tenían tres por unidad de tipo cilíndricas. La presencia de este elemento significa un peligro para la salud de los niños que jueguen con esos “Bebotes” ya que se las podrían llevar a la boca.
La importación de estas pilas se encuentra prohibida según el artículo 6 de la ley de Energía Eléctrica Portátil (N° 26184). Para poder ingresarlas al país hace falta una certificación especial por parte del organismo técnico nacional.
La mercadería valuada en USD 45.000 quedó incautada en los términos del artículo 610 del Código Aduanero. Dada la declaración inexacta y el ocultamiento de las pilas en los juguetes, la Aduana efectuó una multa de $15.612.939 según lo establecido en los artículos 954 y 995 del mismo código.
Julián Benítez, Gerente de Relaciones Institucionales y Comercio Exterior de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, aseguró: “Es importante estar en alerta, mantener los controles en especial en estos meses, con vistas a la temporada de fin de año. La seguridad de nuestros niños y niñas es una política de la cámara y debe seguir siendo una prioridad en la agenda de trabajo conjunta con las autoridades del Gobierno Nacional”.
Dado que las pilas no tienen certificación, el importador deberá iniciar los trámites correspondientes ante el Ministerio de Ambiente para la destrucción segura del producto que podría ser contaminante.