La tercera edición de la Feria de la Palabra regaló un gran fin de semana en Concepción, con actividades para todos, homenajes varios y presencias de mucho valor como el local Orlando Van Bredam, el dúo Rep-Saborido, teatro del mejor, Martín Kohan con el pensamiento recorriendo su obra. Y muchos de los nuestros liberando, compartiendo, el talento con sus vecinos, con sus pares, con los que caminan las mismas calles en la diaria uruguayense. El cierre fue con música y teatro, con Yamila Cafrune y el Ensamble Musical dirigido por Nardo González, con fuerte presencia de músicos locales y Pompeyo Audivert en el Scelzi.
En semejante marco, la presencia del oriental Guillermo Pellegrino para presentar su libro A Orillas del Silencio. Una biografía Osiris Rodríguez Castillo (en co autoría con Jorge Basilago) fue otra de las delicias, una caricia al alma en medio de tantos golpes.
Pellegrino brindó en el auditorio Illia una sentida charla sobre su compatriota, autor fundamental del Uruguay, artista de todo, de esos que le ponen poesía y música a nuestras vidas. Lo hizo con pasión, desgranando y comprimiendo, en dosis exactas, la trayectoria y el talento de Osiris. Fue leyendo partes de su trabajo, ejemplificando con música la artesanal tarea de Osiris, contando con respeto y admiración la vida del artista. Recorrió en una hora la riquísima vida del músico y poeta, de su infancia, de su viaje al norte del Uruguay, tan olvidado y tan querido, su exilio en España, su regreso al paisito, sus puntos en común con Zitarrosa y sus resquemores también porque el más grande cantor de estas tierras le cambió una palabra a la milonga “De Corrales a Tranqueras”.
El regreso del exilio, el respeto silencioso de sus compatriotas al tomar un colectivo, sí, un colectivo. Un hombre fundamental de la cultura de Uruguay y de estos pagos vivió como un hombre común, como uno más de sus paisanos y en los paisajes que retrataba como pocos. Pero también sufrió las penurias económicas en su país, en ese que tanto amó pero que parece no haber estado en su tiempo final.
Para los tiempos que corren, la charla de Pellegrino reforzó la fuerza de la palabra como punto de partida para el encuentro de todos, de nosotros, con nuestros artistas y sus admiradores y seguidores. Desde el llano, nos rescató la belleza la sencillez de los creadores de acá, como lo fue Osiris. Y como lo es él, claro está.
En la previa compartí una pequeña charla, sin ningún tipo de problemas, agradeciéndole la biografía a Zitarrosa (la cual recomiendo). En la despedida, se levantó para saludar con ausencia total de algún atisbo de «estrellato», rindiendo homenaje, con ese gesto sencillo y significativo, a los artistas que retrata.
La Feria
La tercera edición de la Feria de la Palabra merece el reconocimiento de los uruguayenses, por el trabajo de un grupo de jóvenes que viene motorizando esto desde el municipio, respaldados por librerías, editoriales y universidades como UNER, UADER y UCU, entre otros. La palabra en todas sus modalidades dominó la escena del fin de semana permitiendo compartirla entre todos. A ellos, el reconocimiento por esa tarea.
Portada del libro presentado el sábado en el Auditorio Illia.
Por Pipo
