No es la primera vez que se conocen hechos delictivos que se registran en el Cementerio Municipal, donde desaparecen placas y floreros.
Delincuentes ingresan al predio sin que los cuidadores lo adviertan y en muchos casos ejerciendo violencia en las cosas roban estos elementos de tumbas, nicho o panteones.
Lo lamentable es que estos malvivientes, que ni los muertos respetan, tienen sus “cómplices” y estos son quienes compran el producto de robo, a sabiendas de que se trata y su origen, ya sea particulares como compraventa de metales y que son tan responsables como el mismo ladrón o encubridor.
Es importante que los damnificados concurran a la dependencia policial de la Jurisdicción y radique las denuncias respectivas para que se tenga idea concreta de los ilícitos y sus estadísticas.