 |
Como agrega Oceana, «tan sólo se utiliza entre el 1 y el 5% del peso del cuerpo del tiburón, y se elimina una fuente de alimento esencial para muchas personas», agrega. De hecho, la organización Sea Shepherd recuerda que estas aletas no son saludables, pues contienen niveles de mercurio dañinos para el ser humano.
Ahora bien, el comunicado con la petición para el Congreso de Brasil, firmado por Abdelrahman, Nate, Muriel, John, Diego, Christoph, Antonia y todo el equipo de Avaaz, existe un preocupante vacío legal en la legislación de ese país que permite a las compañías pesqueras vender aletas mutiladas de tiburón, un lucrativo negocio que incita a las flotas sedientas de beneficio a pescarlos en masa.
Apunta el informe que hace 450 millones de años que los tiburones habitan nuestro planeta, pero hoy la población de estas majestuosas criaturas sufre un descenso drástico debido al asedio constante de la sobrepesca. El mes pasado, las autoridades de Brasil incautaron un cargamento de aletas de unos 10.000 ejemplares, muchos de especies en peligro de extinción.
Por eso, agrega el documento, la única manera de evitar la masacre de los tiburones es prohibir tajantemente el comercio de aletas. Estados Unidos ilegalizó el año pasado su compraventa, el Reino Unido lo ha hecho este año y la Unión Europea está barajando la posibilidad. Ahora, es de vital importancia que Brasil siga esa misma línea.
Los legisladores brasileños quieren celebrar una sesión en las próximas semanas, pero para llamar al Congreso a la acción es importante reunir un apoyo mundial clamoroso que no puedan pasar por alto. De ahí la relevancia de esta petición para que el mensaje llegue directamente al Congreso y las personas con autoridad para impedir la próxima masacre oigan la voz colectiva.
La crueldad que implica la práctica de cercenar las aletas es estremecedora, pero no es el único problema. Los tiburones desempeñan un papel crucial en los ecosistemas oceánicos y la disminución de su población puede acarrear la muerte de los arrecifes de coral, la pérdida de la vegetación del fondo marino y el declive de la biodiversidad.
No obstante, cada año se masacran más de 70 millones de tiburones para comercializar sus aletas y la sobrepesca ha llevado a un tercio de las especies de estos escualos a la lista de animales en peligro de extinción.
Es determinante, subraya el comunicado, aprovechar la coyuntura para exigir a Brasil que enmiende los vacíos legales y prohíba tajantemente el comercio de aletas de tiburón para que esta horrible práctica pase a la historia de una vez por todas.
Los miembros de Avaaz han alzado la voz una y mil veces para defender los derechos de los animales. Han ayudado a proteger a las abejas del peligro de los pesticidas, a establecer reservas marinas inmensas y a salvar a los elefantes de las garras de los cazadores furtivos y los traficantes de marfil.
Como explican, compartimos el planeta con especies fascinantes y, sin embargo, demasiado a menudo las matamos cruelmente para beneficio de algunos.
Más sobre Avaaz
Avaaz es una comunidad global de movilización online que integra la acción política impulsada por la ciudadanía dentro de los procesos de toma de decisiones globales.
Avaaz, que significa «voz» en varios idiomas europeos, asiáticos y de Medio Oriente, nació en 2007 con una misión simple y democrática: movilizar a los ciudadanos del mundo para cerrar la brecha entre el mundo que tenemos y el mundo que la mayoría de la gente quiere.
Avaaz empodera a millones de personas para que tomen conciencia y acción frente a temas urgentes de interés internacional, regional o local, desde combatir la corrupción, la pobreza y el conflicto armado, hasta la lucha contra el cambio climático. Nuestro modelo de movilización a través de Internet permite que miles de esfuerzos individuales, por pequeños que sean, puedan combinarse rápidamente es una poderosa fuerza colectiva (Lee más sobre nuestros logros aquí).
Con campañas en 17 idiomas coordinadas por un equipo de profesionales que trabajan en 6 continentes y voluntarios en todo el mundo, los miembros de la comunidad Avaaz emprenden distintas tácticas y acciones – firmando peticiones, financiando campañas en los medios, enviando mensajes, realizando llamadas a funcionarios de gobiernos, y organizando protestas y eventos offline – para garantizar que las opiniones y los valores de la gente sean tenidos en cuenta en los asuntos de interés público que nos afectan a todos y a todas.
