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El inicio del mes de febrero es un hito en las efemérides sanmartinianas y el día 3 de ese mes es la fecha que más recordamos y conmemoramos, pero también enero es un mes muy rico en la historia del Padre de la Patria, algunos de so hechos los recordamos desde aquí.
Partida de los centauros desde El Retiro:
En enero de 1813, los realistas que mantenían el control del Río de La Plata y el Paraná envían una flotilla desde Rosario, con la intención de cortar la navegación hacia Asunción a la altura de Diamante. El gobierno encarga entonces al Coronel San Martín la protección del curso del Paraná entre Zárate y Santa Fe. Para cumplir con la misión, San Martín, al frente de 125 granaderos del regimiento recientemente creado por él, parte del cuartel del Retiro el día 28 de enero. Van camino a su bautismo de fuego y a escribir su primer página de gloria. La noche del 28 al 29 de enero de 1813, el Regimiento de Granaderos arriba a Santos Lugares. El día 29 de enero de 1813 continúa su marcha siguiendo el avance realista por las costas del Paraná arribando a la posta de Las Conchas donde cambian la caballada. Continúan viaje llegando por la tarde a la posta de Arroyo Pinazo donde descansan unas horas y luego siguen hasta posta de Pilar donde pernoctan. El 30 su derrotero los lleva por la posta Cañada Cruz, la posta Río Areco, Cañada Onda hasta Río Arrecifes donde hacen noche. El 31 de enero de 1813 el Regimiento de Granaderos continúa su marcha siguiendo el avance realista por las costas del Paraná hasta San Pedro donde descansan unas horas y siguen hasta Las Hermanas de San Nicolás. Luego de cambiar de caballos continúan hasta Ramallo donde pasaran la noche.
Yatasto:
El 18 de enero del año 1814 los generales Manuel Belgrano y José de San Martín se encuentran en la Posta de Yatasto. Otra versión dice que el encuentro Belgrano-San Martín no se produjo en Yatasto sino en la Posta de Los Algarrobos. San Martín llegó hasta allí con un escuadrón de Granaderos para hacerse cargo del Ejército del Norte hasta entonces comandado por el creador de la bandera. Ambos se prodigan mutua admiración y San Martín escuchó gustoso, entre otras cosas, las recomendaciones de Don Manuel sobre el manejo de esa tropa que llagaba con la moral baja, luego de las derrotas en Vilcapugio y Ayohuma. El 30 de enero de 1814 San Martín realiza su primer mensaje a las reliquias del Ejército del Norte:
“…Soldados: confianza, subordinación y valor. Yo, al admirar vuestros esfuerzos, quiero acompañarlos en los trabajos, para tomar parte en las glorias. Yo voy a hacer cuanto esté a mi alcance para que os sean menos sensibles los males. Vosotros respiraréis. Vencederos en Tupiza, en Tucumán y Salta, renovemos tan dulces, tan heroicos días. ¿La Patria no está en estado inminente de sucumbir? Vamos, pues, soldados, a salvarla”.
Jura de La Bandera de Los Andes:
El 5 de enero de 1817, en Mendoza, el General Don José de San Martín hizo jurar la Bandera del Ejército de los Andes. La ceremonia se desarrolló frente a la Iglesia matriz de la capital provincial, donde después de una salva de 21 cañonazos, la enseña patria fue bendecida por el sacerdote a cargo del oficio religioso. Posteriormente tuvo lugar un Tedeum, tras lo cual San Martín se dirigió ante la imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo, en cuyas manos el Libertador depositó su bastón de mando.
Posteriormente, tomó la enseña y la llevó delante de sus soldados formados, que juraron fidelidad a la Bandera.
Comienzo de la Campaña Libertadora:
A partir del 12 de Enero de 1817 comienza el cruce de Los andes con la movilización de las columnas secundarias:
Columna de Cabot (12 de enero)
La columna del teniente coronel Juan Manuel Cabot salió de San Juan el 12 de enero de 1817 y tuvo por objetivo tomar La Serena y el puerto de Coquimbo.
Columna de Freire (14 de enero de 1817)
Por el paso del Planchón pasó la fuerza del teniente coronel chileno Ramón Freire, quien partió el 14 de enero de 1817 desde Mendoza, siguió por el camino de Luján, San Carlos y San Rafael, llegando el 1 de febrero al paso del Planchón por el que franqueó la cordillera. Su objetivo consistió en tomar las ciudades de Talca y Curicó, a unos 200 kilómetros de Santiago de Chile.
Columna de Zelada (15 de enero de 1817)
Por el extremo norte, el ejército de Belgrano cooperó con un contingente dirigido por el teniente coronel Francisco Zelada, siendo su segundo el capitán Nicolás Dávila. El 5 de enero salieron de Guandacol, desde donde pasaron a la Laguna Brava, efectuando la travesía de la cordillera principal por el paso de Come-Caballos y bajaron directamente sobre Copiapó, ciudad que fue ocupada sin lucha el 13 de febrero de 1817.
El 17 de enero de 1817, el componente principal Ejército de los Andes inicia el desplazamiento desde Mendoza para emprender el paso de la Cordillera de los Andes y llevar la libertad a Chile. El 18 parte el contingente del coronel Las Heras, integrado por el batallón Nro. 11, 30 granaderos a caballo, 30 artilleros y 2 piezas de montaña, 30 mineros zapadores y el escuadrón de milicias de San Juan, cruzaran la cordillera por el paso de Uspallata. Al respecto el general San Martín escribió al general Guido: “El 18 rompió su marcha el ejército…. Mucho ha habido que trabajar y vencer; pero todo sale completo, excepto de dinero, que no me llevo más que 14.000 pesos para todo el ejército”, El 19 lo sigue el capitán fray Luis Beltrán al frente del parque que portando los pertrechos de guerra, subió por la quebrada del Toro y se dirigió hacia Uspallata, a través de Paramillos de Uspallata para reunirse con la columna principal de Gregorio de Las Heras quien tras vencer en los combates de Picheuta, Potrerillos y Guardia Vieja, pudo ingresar en Santa Rosa de los Andes, el día 8 de febrero de 1817.
Columna de Lemos (19 de enero de 1817)
El destacamento del capitán José León Lemos fue el último en partir y el más pequeño, sólo lo integraron 25 soldados del cuerpo de blandengues y 30 milicianos del sur de la provincia de Mendoza. Su misión consistió en cruzar a Chile y sorprender a la guardia del fuerte de San Gabriel; este ataque haría pensar que el grueso de la ofensiva podría llegar por allí y que el destacamento de Lemos sería sólo la vanguardia de un ejército mayor.
Bautismo de fuego:
El 24 de Enero en Picheuta las fuerzas patriotas que cruzaban los Andes para liberar a Chile tienen el primer enfrentamiento Y al día siguiente la primer victoria en Potrerillos
Campaña al sur de Chile, batalla de Biobío:
En el marco de la segunda campaña al sur de chile el 19 de enero de 1819. El 26 de diciembre se había hecho cargo del Ejército del Sud el brigadier Antonio González Balcarce. Contaba con un ejército de 3.385 efectivos de las 3 armas, compuesto del Regimiento de Granaderos a Caballo (Manuel Escalada), Escolta Directorial (José María de la Cruz Prieto), 8 piezas de artillería, los batallones de infantería Cazadores de Los Andes (Rudecindo Alvarado), n° 1 de Chile (Juan de Dios Rivera) y el n° 1 de Cazadores de Coquimbo (Isaac Thompson). El 15 de enero de 1819 avanzó finalmente el ejército patriota llevando en vanguardia a los Granaderos y a los Cazadores de los Andes. El 16 pasó los ríos Diquillín e Itata y al anochecer alcanzó el río Laja. La vanguardia realista se replegó hacia Los Ángeles. En la tarde del 17 el ejército patriota cruzó finalmente el río Laja sin resistencia alguna, esa misma noche, el jefe realista inició la retirada de sus tropas hacia el Biobío para cruzarlo por el vado de Santa Fe. Avanzado el 18 la columna alcanzó el Biobío. Ese mismo día la vanguardia patriota, unos 50 Granaderos al mando del sargento mayor Benjamín Viel, ocupó Los Ángeles y al comprobar la retirada realista se lanzó en su persecución. Llegado Escalada con el resto de la vanguardia, batió y dispersó a las partidas enemigas, tomando numerosos prisioneros, tras lo que desplegó sus tropas en una loma aguardando la llegada de los refuerzos, estos arribaron al mando de Rudecindo Alvarado quien tomó el mando del conjunto de fuerzas patriotas y libro la batalla, así mismo al poco rato también llegaría la artillería al mando de José de Olavarría, en el combate caerían una veintena de patriotas, entre ellos nada menos que el abanderado del Regimiento de Granaderos a Caballo, Eustaquio Bruix, y más de 400 realistas , en una demostración de la contundencia de la victoria patriota.
Campaña de los puertos intermedios:
La primera campaña de Intermedios, o a los puertos intermedios de 1822, fue una expedición militar dirigida por el general Rudecindo Alvarado por encargo del Congreso Peruano en contra de las fuerzas realistas acantonadas en la sierra sur del Perú. Esta expedición había sido planeada por José de San Martín, pero en su ausencia la ejecución fracasó, pues los oficiales patriotas no pusieron el dinamismo que las acciones bélicas precisaban y también por la rápida reacción de los jefes realistas a órdenes del virrey José de la Serna, los cuales mediante marchas forzadas a través de los Andes consiguieron cerrar el paso al ejército patriota y triunfaron en dos batallas consecutivas: Torata y Moquegua (19 y 21 de enero de 1823).
Batalla de Torata:
Ocurrió el 19 de enero de 1823 en las alturas de Torata (pueblo ubicado al noreste de Moquegua) entre el Ejército Libertador del Sur al mando del General Rudecindo Alvarado y el Ejército Real del Perú al mando del brigadier Jerónimo Valdés y que culminó con la derrota independentista.
Las tropas independientes estaban imponiéndose frente a los realistas, cuando un impensado aporte de tropas del Rey se hizo presente a las órdenes del General Canterac, dando vuelta la situación de la Batalla.
Los patriotas sufrieron entre 500 y 700 bajas y los realistas alrededor de 250.
Fuerzas patriotas:
Ejército Libertador del Perú. Comandante en Jefe, General Rudecindo Alvarado
Oficialidad:
Coronel Mariano Necochea
Sargento mayor Román Deheza
Infantería: Batallón N.º 1 del Perú, Batallón N.º 2 del Perú, Batallón N.º 4 de Chile, Batallón N.º 5 de Chile, Batallón N.º 11 de los Andes, Regimiento del Río de la Plata (formado por la unión de los batallones N.º 7 y N.º 8 de los Andes)
Caballería: Granaderos de Los Andes.
Batalla de Moquegua:
La Batalla de Moquegua tuvo lugar el 21 de enero de 1823 en las inmediaciones de la villa del mismo nombre, durante este enfrentamiento el Ejército Libertador del Sur al mando del general argentino Rudecindo Alvarado fue completamente destruido por el Ejército Real del Perú al mando del general José de Canterac. Se cuentan 700 muertos y más de 1.000 La fuerzas patriotas estuvieron compuestas por las mismas unidades que en Torata.
Las 20 cargas de Lavalle:
Con la batalla definida, las fuerzas del rey cargaron con todo para aniquilar a los patriotas que se desbandaban, es cuando aparece la figura del entonces Sargento Mayor Juan Galo de Lavalle González Bordallo, el «León de Riobamba»… y con sus 400 Granaderos carga contra el enemigo para cubrir la retirada, una, dos, tres, cargas y los realista no cesaban de atacar a los dispersos, mientras los bravos Granaderos no dejaban de sufrir pérdidas, de pronto resuena una voz, que más tarde se la identificaría como la del Sargento Serafín Melvares“-¡Un Necochea aquí!”
Lavalle siente en el alma aquellas palabras. Hirientes, que lastiman su orgullo y honor de Granadero. Sabido era el «duelo» de coraje entre Juan Lavalle y Mariano Necochea. Lavalle mira a sus hombres y dice: “-¡Lo mismo sabe morir un Lavalle que un Necochea!. ¡Granaderos! ¡A la carga!.” Y fueron veinte en total las cargas y de 400 quedaron 80, en esa última dejo su vida Melvares.
Sin lugar a dudas, la Batalla de Moquegua del 21 de enero de 1823, a pesar de haber sido una derrota de las Armas de la Patria, es una de las más bellas joyas que guarda el Historial de los Granaderos a Caballo de los Andes.
Las Veinte Cargas de Lavalle y sus Granaderos en Moquegua, significaron una de las mayores Glorias de la Patria. Mientras sus hombres escribían otra página de la Historia el Brigadier General José de San Martín y Matorras arribaba a Mendoza, en un viaje que seguiría por Buenos aires y de ahí a su exilio europeo.
Elías Almada
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