Descubren otra calavera en una encomienda postal y la factura de compra por casi 300 dólares

El cráneo estaba envuelto en una bolsa de nylon, dentro de una caja de cartón que iba dirigida a Estados Unidos; todo el material del envío quedó secuestrado. Personal de Aduana también halló dentro del paquete una factura por 295 dólares. Cabe destacar que, para el envío de restos óseos, de ninguna manera corresponde el régimen de encomiendas postales y, además, se requiere el aval del SENASA. 

Agentes especializados de la Dirección General de AFIP-Aduanas se llevaron una macabra sorpresa al pasar una encomienda postal internacional por el escáner en la ciudad de Monte Grande, provincia de Buenos Aires: la imagen inequívoca de restos humanos.

Los inspectores aduaneros dieron aviso a la justicia y obtuvieron la debida autorización para abrir el paquete, una caja de cartón envuelta en papel color marrón, en apariencia discreta, que iba dirigida a Estados Unidos.

En efecto, al abrir la encomienda en cuestión, el personal del organismo que dirige Guillermo Michel se encontró con un cráneo humano en una bolsa de nylon transparente, en lo que constituía una flagrante infracción al régimen de courier.

Dentro de la caja también había una factura comercial por 295 dólares y cinco hojas con texto en inglés cuyo título, traducido al español, rezaba: “Guía para la importación de restos humanos a los Estados Unidos para entierro o subsiguiente cremación”.

Más allá de la normativa del país de destino, lo que los remitentes obviaron, evidentemente, fue cumplir con la reglamentación de nuestro país para este tipo de casos.

Es decir, dado que el envío consistía, justamente, en restos humanos, no corresponde el régimen de encomiendas postales. Para el caso en que se quisiera realizar la exportación de un resto óseo, la operación debería, mínimamente, contar con el aval del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

Por ello, los inspectores aduaneros procedieron al secuestro del envío postal, dieron comunicación formal a la fiscalía de turno y elevaron su informe al juzgado actuante. Asimismo, dado que la calavera podría, incluso, ser un resto de valor arqueológico, convocaron al Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano para su peritaje.