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Como se recordará y fuera informado oportunamente, el pasado 15 de octubre se registró una verdadera batalla a golpes de puño y patadas, entre varios jóvenes a la salida del boliche Bufalo, en calle 25 de Mayo y 8 de Junio, que terminó con un funcionario policial seriamente lesionado, al ser atacado arteramente por detrás y sin oportunidad de defensa, por un joven de 23 años, luego identificado y detenido.
Videos de otros jóvenes que fueron aportados a las autoridades, permitieron saber que se trataba de Tomás Facundo Rasso y los allanamientos llevaron a que fuera puesto a disposición del fiscal Juan Pablo Gile, que solicitó la prisión preventiva, ya que el agresor, no solo actuó de manera artera, sino que no mostró arrepentimiento e intentó burlar el accionar judicial tiñéndose el cabello y a criterio del MPF había riesgos procesales.
Finalmente la Defensa, a cargo del doctor Jair Gay, apeló y en audiencia ante el voval ce Cámara, Nicolás Gazali, alegando en esa oportunidad, que su cliente tenía trabajo estable, una hija de 2 años, pareja, con la cual vive y comparte vivienda con su madre, alegando además que tiene problemas de salud y recibió tratamiento de salud mental, habiéndosele otorgado en 2018 el certificado de discapacidad, logró que fuera beneficiado con prisión domiciliaria.
No sería la primera vez
Pasaron los días y hubo denuncias que señalaban que Rasso hacía abandono de su domicilio y que había sido visto en a calle, pero en los momentos de constatación policial, este era encontrado “cumpliendo” la prisión preventiva.
Finalmente este, al parecer quiso festejar su Navidad y no dudó en volver a salir e la casa, pero en esta ocasión fue sorprendido por la comitiva policial, que comunicó la novedad a la Fiscalía de turno, a cargo de la doctora Gabriela Seró, quien dispuso el inmediato arresto y traslado a la Alcaidía de Comisaría primera, donde permanecerá hasta tanto se pueda disponer su traslado a la cárcel, por lo que la viveza lo llevará a recibir el 2023 entre rejas.
