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El ardid buscaba no sólo pagar menores derechos de importación sino también evadir los controles destinados a certificar la seguridad de los juguetes. El valor de lo secuestrado podría llegar al millón de dólares; podría aplicarse una multa cinco veces mayor
La Aduana detuvo una importación que había apelado al fraude para pagar menores derechos de importación: descubrió que siete contenedores cuyo contenido había sido declarado bajo la partida arancelaria 9506.29.00.990, de artículos para práctica de deportes acuáticos, en realidad estaban llenos de juguetes.
De haber tenido éxito, el salto de partida arancelaria les habría permitido a los importadores no solo evadir los tributos correspondientes sino también evitar los requisitos de certificación previa relacionados con la seguridad de los juguetes. De esta manera, todo apunta a que la operación haya intentado importar mercadería prohibida.
Asimismo, el valor FOB declarado ronda los 220 mil dólares, pero conforme va avanzando el proceso de verificación (que aún no ha concluido), se estima que el valor de la mercadería detenida podría cuadruplicar el valor declarado por el importador.
En efecto, en virtud del procedimiento comenzado el día 15 de diciembre, el organismo que dirige Guillermo Michel ha iniciado el proceso administrativo a todas las destinaciones por declaración inexacta, en el marco de los incisos A, B y C del artículo 954 del Código Aduanero. De esta manera, la eventual multa podría ascender a la impactante cifra de 5 millones de dólares.
Cabe recordar que, dada la cercanía de la Navidad, la circulación de esta exorbitante cantidad de juguetes sin certificar podría haber representado un peligro para la salud de los niños.
