A propósito de las descalificantes declaraciones de dirigentes del kirchnerismo de Entre Ríos, al respecto de la convocatoria de Rogelio Frigerio a participar de los equipos técnicos a personas de reconocida trayectoria universitaria me permito compartir algunas reflexiones.
Compartir la vocación por el desarrollo posibilita realizar acciones, programas y proyectos integrando visiones dieversas para analizar la realidad del país y formular propuestas concretas en pos de la integración y desarrollo de nuestra provincia y localidades.
Debemos convocar a quienes tienen la capacidad de pensar y reflexionar sobre los temas que nos ocupan como dirigentes políticos, tanto en los oficialismos como en la oposición. El dialogo plural y democrático sin sesgos excluyentes es un signo de madurez y desarrollo institucional.
La Universidad no sólo debe proveernos de profesionales idóneos y de conocimientos científicos y tecnológicos, sino también aportar criterios y valores que contribuyan a reconstruir los vínculos entre los argentinos en un mundo gobernado por el valor del conocimiento.
Rogelio Frigerio, al convocar a diferentes actores de la política encara -a diferencia del oficialismo- una nueva propuesta, participativa y apropiada para abordar las diferentes problemáticas y sortear los obstáculos que enfrentamos.
El involucramiento en estas problemáticas que preocupan a la población y nos afectan de manera constante, se ha tornado imprescindiblemente necesario, sobre todo en las actuales circunstancias de crisis y penuria. La política entrerriana tiene que volver a alimentarse de valores trascendentes, de conocimiento y experiencias innovadoras.
El Estado reclama a gritos revitalizarse, en Concepción del Uruguay junto a las Universidades Nacionales, Provinciales y Locales, debemos ser capaces de encarar las transformaciones necesarias para que todos los uruguayenses puedan ver que la pertinencia de las instituciones para con la sociedad está garantizada.
