Aunque en columnas anteriores hemos tratado diversas constelaciones y asterismos de estrellas (ver: https://03442.com.ar/2022/01/columna-de-astronomia-orion/) nunca las nombramos a todas ni explicamos el porqué de su existencia.
Bien, en la antigüedad, en que no existian instrumentos de navegación, la única manera que tenían los navegantes de los mares y desiertos de poder saber con alguna precisión la hora y donde estaban era mirando las estrellas, pero en un cielo sin polución lumínica, se ven, a simple vista, unas 6000 estrellas, así que se encontraban con un problema: cómo saber a qué estrellas se hacía referencia cuando se hablaba de tal o cual estrella.
La solución: unir virtualmente las estrellas y con ésas líneas quebradas imaginarse algo: animales, hombres, deidades, máquinas y así es como nacen las constelaciones.
De ésa manera, al conocer el conjunto de estrellas que forman una constelación les era má fácil situarse sin equívoco y, más que nada, poder pasar el conocimiento pues la referencia era siempre bien conocida.
Nuestro sistema de constelación moderno proviene de los antiguos griegos. La descripción más antigua de las constelaciones tal como las conocemos tiene su origen en un poema, llamado “Phaenomena”, escrito alrededor del 270 aC por el poeta griego Aratus.. Sin embargo, del poema se desprende que las constelaciones mencionadas se originaron mucho antes del tiempo de Aratus.
Nadie está seguro exactamente dónde, cuándo o por quién fueron inventados pero parece probable que las constelaciones griegas se originaron con los sumerios y babilonios.
Claudio Ptolomeo (alrededor del 100 de nuestra era) describió 48 constelaciones en su obra Almagesto, 33 del hemisferio norte y 15 del sur, de modo que el mapa presentaba amplias lagunas, sobre todo en el hemisferio sur (el hemisferio sur se comienza a conocer en profundidad luego de 1492)
Pero fue el alemán Johann Bayer (ver https://03442.com.ar/2022/01/el-porque-de-las-letras-griegas-en-los-nombres-de-las-estrellas/) quien dio al firmamento el aspecto actual al publicar en 1603 su gran cartografía Uranometria, con una docena de nuevas constelaciones y con la incorporación de una red de coordenadas.
Éste son las constelaciones de Ptolomeo: Acuario, Andrómeda, Aquila, Ara, Aries, Auriga, Bootes,
Cáncer, Canis Maior, Canis Menor, Capricornio, Casiopea, Cefeo, Centaurus, Cetus, Corona Australis, Corona Borealis, Corvus, Crater, Crux, Cygnus, Delphinus, Draco, Equuleus, Eridano, Géminis, Hércules, Hidra, Leo, Lepus, Libra, Lupus, Lyra, Ofiuco, Orión, Osa Maior, Osa Menor, Pegaso, Perseo, Piscis, Piscis Australis, Sagitario, Sagitta, Scorpius, Serpens, Tauro, Triangulum, Virgo.
Y éstas las nombradas por Bayer: Apus, Chamaleon, Dorado, Grus, Hydrus, Indus, Musca, Pavo, Fénix, Triangulum Australe, Tucana, Volans.
Finalmente, con los años, los astrónomos han ido agregando constelaciones para llenar los vacíos entre las figuras dePtolomeo y mapear las regiones inexploradas del cielo cerca del polo sur celeste. Los principales contribuyentes en cuanto a nuevas constelaciones incluyen al cartógrafo holandés Gerardus Mercatoren 1551 y Pieter Keyser y Frederick de Hautmann, navegantes a bordo de algunas de las primeras expediciones comerciales a las Indias Orientales a principios del siglo XVII, que cartografiaron el cielo del sur.
El astrónomo polaco Johannes Hevelius en 1690 y el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille en la década de 1750 llenaron las lagunas restantes en los cielos norte y sur.
Éstas últimas son las llamadas “constelaciones modernas”, en ellas no solo hay animales descubiertos en tiempos modernos, sino también objetos modernos: máquina neumática, escuadra, octante, sextante, reloj, Telescopio, y se llaman: Camelopardalis, Monoceros, Canes Venatici, Lacerta, Leo Minor, Lynx, Scutum, Sextans, Vulpecula, Antlia, Caelum, Carina, Circinus, Fornax, Horologium, Mensa, Microscopium, Norma, Octans, Pictor, Puppis, Pyxis, Reticulum, Scupltor, Telescopium, Vela.
Así que aquí tenemos los nombres de las 88 constelaciones.
Eso si, hay que tener una imaginación muy grande para lograr dibujar algo alrededor de las líneas quebradas que forman una constelación, como ejemplo veamos a continuación la constelación de Orión que prontamente la tendremos en nuestro cielo (es donde están las “3 Marías”, ver: https://03442.com.ar/2022/01/columna-de-astronomia-orion/ ):
Vemos que la imaginación es desbordada para dibujar un cazador/guerrero con sólo ésas estrellas (y ésta es una de las más “fáciles”).
A ésto, hay que sumarle que es una constelación creada en el hemisferio norte, por lo cual, nosotros la vemos “patas para arriba”, girada 180 grados, lo que hace más difícil su armado.
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Hasta la semana que viene.
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