La tracción a sangre sigue siendo motivo de discordia entre instituciones protectoras, usuarios y autoridades municipales. El uso de animales para el trabajo en la ciudad no está permitido, pero esto se sigue repitiendo, con el riesgo que representa.
Este sábado por la mañana ocurrió un hecho, que bien pudo terminar en algo mucho más grave y hasta trágico, cuando un caballo se espantó y desbocado, comenzó a galopar con un carro a tiro por calle Artigas en dirección al norte.
Su loca carrera continuó por calle Supremo Entrerriano, pasando bocacalles a toda velocidad y cruzando entre vehículos, sin que por cuestión de milagro fuera impactado.
El incidente culminó a medias en el bulevar Yrigoyen, donde el carro volcó y esto frenó al equino, siendo interceptado por vecinos del lugar, llegando luego al lugar personal policial, y momentos más tarde el “dueño y responsable” del caballo, que procedió a desatarlo.
Fue en ese momento que el alterado animal, aun visiblemente asustado, se soltó y volvió a escapar del lugar, perdiéndose de vista.
El hecho llamó la atención de los vecinos, y puso nuevamente en el debate la necesidad de adoptar medidas para evitar algún hecho trágico del que nadie querrá asumir la responsabilidad.
