10 de junio día de los derechos soberanos sobre Malvinas
Hay fechas que no debemos olvidar, a partir de la guerra de Malvinas, la reivindicación de nuestros derecho soberanos sobre este Territorio Austral se hace generalmente los 2 de abril (Día del Veterano de Guerra) fecha trascendental por cierto en nuestra historia, pero no debemos olvidarnos del 10 de junio, (más allá que nuestro recuerdo por Malvinas y sus héroes debe ser a diario).
En 1829, mientras ocupaba interinamente el cargo de gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez crea la Gobernación Naval de las Islas Malvinas, designando a Luís María Vernet para desempeñar el cargo de Comandante Político y Militar. El 10 de junio Vernet se estableció en la Isla Soledad , en realidad estaba ya radicado en las Islas con un permiso del Gobierno de Buenos Aires para explotar ganado vacuno y lobos marinos asociado con Jorge Pacheco, a partir de su designación se dedicó a realizar estudios para colonizar el territorio transportando equinos y bovinos reconstruyendo edificaciones y realizando las primeras investigaciones científicas del lugar; allí nació una de sus hijas el 5 de febrero de 1830 Matilde, la primer argentina malvinense ,por eso siempre se la llamo Malvina Vernet.
Realizo además una fortificación para defenderlas de los cazadores y pescadores furtivos y así hacer cumplir las leyes Argentinas, se recuerda un incidente con barcos estadounidenses que derivó en un conflicto de proporciones al que puso fin en forma enérgica el Brigadier Rosas. Permaneció En su cargo hasta la usurpación del territorio por parte de Inglaterra.
La creación de la Gobernación Naval y la gestión de Vernet constituyen un permanente antecedente en el reclamo nacional por la soberanía sobre ese territorio.
Luis Elías Vernet (Hamburgo, 6 de marzo de 1791-San Isidro, 17 de enero de 1871) fue el primer gobernador-comandante argentino de las Islas Malvinas y adyacentes al cabo de Hornos en el océano Atlántico, antes de la invasión y colonización de la misma por parte del Imperio británico. Previo a su designación como comandante, Vernet fue un hábil comerciante con intereses puestos en la prosperidad del archipiélago de Malvinas, donde invirtió y perdió toda su fortuna.
Llegó a Buenos Aires en el año 1819 desde Brasil a bordo del USS Congress cuando el gobierno de Estados Unidos envió una comisión diplomática a las Provincias Unidas del Río de la Plata. En Buenos Aires comenzó a desarrollar y organizar actividades comerciales con el puerto de Hamburgo. Junto con Conrado Rücker, asentado en Montevideo, corrió una empresa comercial hasta 1821. Rücker era también su padrino cuando el 17 de agosto de 1819 se casó con María Sáez Pérez (1800 – 1858) oriunda de Montevideo. Con ella tuvo sus siete hijos, el primero de ellos nació en 1824 en Buenos Aires. Más tarde se estableció una estancia unos 100 kilómetros al sur de Buenos Aires sobre el Río Salado, donde comercializó ganado salvaje. Luis Vernet se asoció a Jorge Pacheco, un veterano de guerra y proveedor del Estado, dueño de saladeros, empobrecido, pero con buenas relaciones. Vernet le prestó dinero, pero Pacheco quedó luego en bancarrota hacia 1820. Gracias a la ayuda de Vernet, el Gobierno de Buenos Aires otorgó en 1823 la concesión para el aprovechamiento del ganado vacuno y el de los lobos marinos de la Isla Soledad. Las Malvinas habían sido tomadas formalmente bajo posesión argentina el 6 de noviembre de 1820. Como Pacheco debía una gran suma de dinero a Vernet, le cede a él e la mitad de la concesión de 30 000 leguas y acordaron asociarse y planear grandes proyectos en las islas. Vernet y Pacheco lograron que el militar retirado Pablo Areguatí sea nombrado como comandante para imponer su autoridad, como así también que el derecho de caza sea extendido al de encierro y cría.
Vernet se trasladó hacia la isla donde comenzó con el desarrollo del lugar, llevó caballos y lanares, rehabilitó varios edificios que se encontraban abandonados y semidestruidos. No sólo realizó una tarea colonizadora del lugar sino que también emprendió investigaciones científicas para el mejor conocimiento de las islas. Los estudios incluían, un estudio de los lugares para futuras colonizaciones, posibles producciones en ese lugar, en esto colaboró activamente su joven esposa. La tarea de Vernet activaba zonas comerciales nunca utilizadas hasta el momento pero además confirmaba así la soberanía argentina en el lugar. Pese a que, la primera expedición de 1824 fracasó, hacia 1826 el segundo intento de establecimiento prosperó rápidamente, por lo que el gobierno argentino extendió la concesión a Pacheco y Vernet, otorgándoles el derecho exclusivo de caza y pesca en las aguas adyacentes a las islas. Para las tareas, Vernet llevó a las islas muchos gauchos de las pampas rioplatenses. Para el primer intento de 1824, Vernet y Pacheco se asociaron con el inglés Robert Schofield que participó con 7500 pesos y compró dos naves, la goleta Rafaela y el bergantín Fenwick. En febrero llegó a Puerto Soledad la expedición bajo la dirección de Areguati con 26 gauchos. En marzo de 1824, el bergantín Antílope fue enviado a la isla. Pero por los problemas de equipamiento y suministros, el intento de establecer un asentamiento permanente resulta fallido. Para agosto, todo iba de regreso a Buenos Aires. Hacia finales de 1825 Vernet fundó junto con algunos amigos, una nueva empresa con la intención de volver a iniciar una expedición y comprar los derechos de Pacheco. A partir de junio de 1826, en la mitad del invierno, él llegó por primera vez y acompañado por 25 gauchos a las islas que estaban nevadas. Su negocio era capturar el ganado salvaje para su sacrificio, y vender los productos resultantes. También estaba entusiasmado con las perspectivas de la caza de anfibios, salazón de cueros vacunos y equinos y el tráfico naviero. El negocio de la carne salada era importante durante la guerra del Brasil. Pese a esto, Vernet criticaba la guerra argumentando que «ahuyentaba» a los posibles inversores de su empresa.
Para la expedición de 1826, Vernet propuso al gobierno de Buenos Aires que le otorgue el resto de tierras no cedidas a Pacheco para fundar una colonia, con excepción de impuestos por 30 años. Su solicitud fue fundada en razones políticas, económicas y soberanas, ya que tuvo en cuenta la guerra con el Imperio del Brasil, que había intentado desembarcar y atacar sin éxito Carmen de Patagones. Vernet también sabía que desde las Malvinas se podría controlar la región más austral de Argentina, incluyendo Tierra del Fuego, las Georgias del Sur y las islas Shetland del Sur. Uno de los intereses de Vernet en las islas eran, a corto plazo, cumplir con sus socios y matar a todo el ganado grande existente. Luego él decía que «cumpliendo pues este objeto, quedaré con libertad para dedicarme a objetos mayores». Se refería a poblar estancias el con ganado chico, caído en las volteadas. Vernet veía un gran potencial para una empresa comercial en las islas y hasta intentó interesar al gobierno inglés sin tener éxito.
Simultáneamente al negocio en las Malvinas, Vernet se asoció con Manuel Pasman, Miguel Ogando, Juan Andrés Gelly y Henry Libanus Jones para explotar el ganado vacuno y las salinas de la península Valdés en la actual provincia del Chubut. Debido a su experiencia en la península, Vernet tuvo contacto amistoso y comercial con los Tehuelches. Ya como comandante de Malvinas, estimuló que algunos indígenas se instalasen en la colonia como peones. También hizo que un grupo de ellos, encabezados por su «reina», visitase Puerto Soledad.
La propuesta de Perón para comprar las Islas Malvinas el mismo día que asumió Isabel II
A fines de mayo de 1953, mientras la joven Elizabeth Alexandra Mary se aprestaba a asumir al frente de la Corona del Reino Unido, arribaba a Londres el entonces vicepresidente argentino, Alberto Teisaire. «La Argentina quiso honrar doblemente a Gran Bretaña, enviándole a la personalidad que sustituye al presidente Perón cuando éste se halla ausente y que es, al mismo tiempo, en eminente representante de aquella de las tres armas que cuenta con la predilección británica», publicó al día siguiente el diario Clarín en base a un cable de la Agence France Presse (AFP). El contraalmirante viajó con el título de embajador extraordinario y plenipotenciario en misión especial: debía representar a la Argentina en la ceremonia de coronación de la flamante monarca, quien iba a reemplazar en el trono a su fallecido padre, Jorge VI. Pero la «misión especial» del contraalmirante no se limitó a representar al país en la coronación de la monarca, sino que también fue el encargado de formalizar una propuesta de Perón para recuperar las Islas Malvinas. Durante un encuentro privado en el Park Lane Hotel, el 2 de junio, el vicepresidente informó al entonces subsecretario de Exteriores británico con responsabilidad sobre los asuntos latinoamericanos, lord Reading (Gerald Rufus Isaacs), sobre la intención de la Casa Rosada de comprar el archipiélago ocupado por el Reino Unido desde enero de 1833. Según documentos oficiales británicos desclasificados en enero de 1984, el mendocino manifestó que el Gobierno «deseaba que las relaciones económicas anglo-argentinas se establecieran sobre una base firme, y que su propuesta era que, como parte de algún arreglo a largo plazo, Gran Bretaña debería renunciar a todos los derechos y reclamaciones sobre las Islas Malvinas». Aunque no se ofreció una cifra específica, el funcionario del Reino Unido rechazó tal propuesta y justificó la negativa al señalar que «los habitantes de las Islas Malvinas eran británicos, y si se celebraba un plebiscito, votarían prácticamente por unanimidad para permanecer bajo la bandera británica». En el documento se agregó, entre paréntesis, que «el almirante estuvo de acuerdo en que probablemente era cierto».
La propuesta secreta de los ingleses a Perón por las Malvinas
El 11 de junio de 1974, Gran Bretaña le propuso a Juan Domingo Perón una administración compartida sobre las islas. Ese día, el ex presidente proyectó el camino para recuperarlas definitivamente. «Si ponemos un pie sobre las islas, no nos sacan más», le confió Perón, por entonces, a su canciller el Dr. Vignes, según relata Ortiz de Rozas a LA NACION.
La propuesta:
Quienes conocen los corrillos diplomáticos aseguran que la propuesta británica a Perón de 1974 está archivada en algún lugar de la Cancillería. Se trata de un non-paper (documento no oficial, que le proponía un condominio sobre las islas. La intención, dice el escrito, era «poner fin a la disputa sobre la soberanía» y «crear una atmósfera favorable dentro de la cual los isleños podrían desarrollarse de acuerdo a sus intereses». Aquel texto fue entregado por el entonces embajador británico en Buenos Aires, James Hutton, a Perón y a su ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Vignes, en una reunión confidencial. Entre otros puntos, proponía que las banderas de Gran Bretaña y Argentina fueran «enarboladas juntas» en tierra malvinense, que allí convivieran el inglés y el castellano como idiomas oficiales y que el gobernador de las islas fuera «designado de manera alternada por la Reina y el presidente argentino». «Sobre estas bases, el gobierno de Su Majestad propone que, si el gobierno argentino está de acuerdo, deberían realizarse conversaciones oficiales o preliminares en Buenos Aires lo antes posible», concluye el texto. Perón falleció tres semanas después, algunos medios diplomáticos afirman que Inglaterra intento apurar sin éxito las negociaciones pues se sabía desde el mismo momento de la muerte del general que las fuerzas armadas, principalmente la marina ya preparaban el futuro golpe militar y luego las mismas se fueron se desvanecieron durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón. Durante el denominado Proceso de Reorganización Nacional hubo algunos intentos por parte de los militares de reflotar la propuesta pero los ingleses se mostraron reacios a negociar con una Dictadura.
Junio de 1982, los últimos días de la guerra
Contando con el dominio marítimo, la cabecera de playa establecida en San Carlos y el triunfo en Pradera del Ganso los Ingleses intensificaron sus bombardeos aéreos y navales con el objetivo de apoyar el avance terrestre hacia Puerto Argentino, en ese marco se dieron diferentes acciones hasta el momento de la rendición que si bien tiene fecha del 14 de junio se terminó firmando cuando ya eran alrededor de las 2 de mañana del 15.
Elìas Almada
DNI 14936811
Almada-22@hotmail.com
Fuentes: “La Nueva” Bahía blanca. “El País” España, “Infobae” Buenos Aires, “La Nación” Buenos
