Un contrabando verdaderamente fuera de lo común fue descubierto por efectivos de la Prefectura Naval Uruguaya, sobre la costa del vecino país, cuando interceptaron una embarcación que venía desde la ciudad de Colón, con destino Paysandú, transportando un meteorito de 400 kilos de peso.
“Se puede afirmar sin lugar a dudas que la muestra estudiada y por tanto el objeto decomisado es un meteorito”, indica como conclusión el informe de la Facultad de Ciencias, firmado por el profesor adjunto Claudio Gaucher, respecto a una incautación realizada por personal de Prefectura de Puerto de Paysandú, con colaboración de sus pares de Argentina.
La prefectura logró desactivar este ingreso ilegal al ser alertada por sus pares de la Prefectura Naval Argentina, que advirtieron la salida de esta nave, pero al llegar al lugar la misma ya había ingresado en aguas uruguayas.
El hallazgo, según información según nos confirmaron colegas de El Telégrafo, ocurrió el viernes 18 de marzo durante un operativo en la costa sanducera, cerca del paraje La Piedra (al norte de San Félix), cuando una embarcación pretendía ingresar ilegalmente la pieza al vecino país.
En primera instancia, no había información certera sobre la roca de alrededor de 400 kilos, por lo que el fiscal Carlos Motta ordenó que fuera sometida a estudio científico.
Una vez obtenidos los resultados, que indican fehacientemente que se trata de un meteorito, se continuará la investigación para determinar de dónde fue tomada, por lo que se investiga si fue sustraído en Argentina.
“Si eso no se corrobora luego de un tiempo prudencial, coordinaremos con el geólogo de UdelaR si hay alguna institución científica adecuada para el objeto, o un museo”, dijo el fiscal Motta.
Secuestran la pesada roca espacial
Como se señalara al comienzo de la nota, personal de Prefectura de Colón fue advertida de una embarcación con personas a bordo cruzando el río Uruguay con destino a la costa sanducera y al llegar por tierra, notaron que ya estaba dentro de la jurisdicción de la ROU, por lo que dieron aviso a la Prefectura de Puerto de Paysandú que se encontraba con una embarcación patrullando en las cercanías y llegaría más rápido.
La patrulla divisó la embarcación -parecida a una chalana de chapa- que llegaba a la orilla, instante que los ocupantes vieron a la policía marítima y salieron corriendo hacia un monte cercano, por lo que se implementó un rápido operativo para intentar dar con ellos, pero no fue posible ubicarlos. Se centraron entonces en inspeccionar la embarcación, que albergaba una caja de madera en cuyo interior había una especie de roca entera, de aproximadamente 1 metro de largo por 65 centímetros de ancho y unos 35 centímetros de altura.
Al no contar con otros elementos y ante la duda de que pudiera tratarse de una forma de contrabando de algún tipo de sustancia estupefaciente, se dio intervención a Fiscalía de Tercer Turno, que dirige el doctor Carlos Motta, quien dispuso que la pieza fuera analizada por la Facultad de Ciencias.
Debido a su peso y para evitar inconvenientes, Prefectura llevó la embarcación hacia el puerto sanducero donde, con ayuda de una grúa, lograron retirarla para transportarla en un camión.
¿Proveniente de campo del cielo?
Hace aproximadamente 4.500 años, una gran roca espacial cayó en lo que hoy es Argentina. Pero no cayó en una sola pieza. Se rompió en la atmósfera de la Tierra y creó una lluvia de meteoritos con piezas que van desde unos pocos gramos a varias toneladas.
La mayor parte de los fragmentos más grandes cayeron sobre una estrecha franja de tierra de varios kilómetros cuadrados ahora conocida como “Campo del Cielo”.
El sitio está ubicado en la frontera entre Chaco y Santiago del Estero, a 1.000 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. En el lugar hay miles de pequeñas piezas de meteoritos. Es ilegal recogerlos, pero los robos ocurren a diario y las ventas están a la orden del día en Internet.
El informe elaborado por el geólogo sanducero Claudio Gaucher indica que la pieza incautada por Prefectura es un meteorito de tipo metálico. “Las características y su procedencia de Argentina permiten suponer que proviene de Campo del Cielo”, donde se encuentra el meteorito metálico más grande conocido.
“El precio de la pieza depende del peso y de cómo se venda (completa o en trozos)”, siendo de mayor valor cuando la pieza es entera como en este caso, que puede superar el millón de dólares.
Para el estudio de la muestra “se llevó a cabo un análisis macroscópico con ayuda de una lupa binocular y un análisis microscópico-geoquímico. Análisis macroscópico: se comprobó las características magnéticas de la muestra con un imán de neodimio, se estimó la dureza en la escala de Mohs mediante puntas de dureza conocida y se observó bajo lupa binocular Zeiss SV-11, con aumentos entre 10X y 100X. Asimismo, se cortó una submuestra con sierra diamantada para envío a microscopía electrónica. Estos análisis se realizaron en los laboratorios del Instituto de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias. Análisis microscópico: se llevaron a cabo por el Dr. Gonzalo Blanco en los laboratorios de Geología y Recursos Minerales del CURE en Treinta y Tres. Se utilizó el microscopio electrónico de barrido JEOL JCM 6000 Plus con microsonda EDS (Energy-Dispersive System) JEOL Dry SDD. Dicho equipamiento permite microfotografías de hasta 40.000X en diversos modos de funcionamiento, así como la determinación de la composición química”.
Las razones más importantes son que “la composición metálica de hierro y níquel, sin participación de oxígeno, azufre, silicio u otro elemento mayor, es indicativa de un material extraterrestre que se formó en ausencia de oxígeno u otros elementos afines al hierro presentes en la litósfera terrestre. Los minerales que componen la muestra son los típicos de meteoritos (Buchwald, 1977). La presencia de la estructura lamelar encontrada (bandas de Neumann, estructura epsilon) es diagnóstica de un meteorito, ya que se forman con las enormes presiones que se generan durante el choque de éstos contra la Tierra (Yang et al., 2011; Breen et al., 2016). El objeto presenta una corteza de fusión y regmagliptos poco marcados y superficies de ablación en ángulos casi rectos, características generadas por la entrada en la atmósfera de un meteorito a alta velocidad (Casado & Allepuz, 2012)”.
Por su parte, el experto indica que para confirmar la asignación del meteorito incautado a Campo del Cielo sería necesario realizar “análisis de elementos traza (Au, Co, Cr, Ir, Ga, W) en roca total, utilizando los diagramas discriminantes de Wasson (2019), pero esto está fuera del objetivo de este peritaje”. Fuente El Telegrafo