Primera Transfusión de Sangre en la Argentina

El Dr. Luis Agote (1868-1954), médico e importante investigador argentino, fue el creador de la técnica de transfusión de sangre mediante citrato de sodio, método que evitaba la coagulación. Agote realizó la primera transfusión con esta técnica, de fundamental importancia terapéutica, el 9 de noviembre de 1914 en el hospital Rawson de la ciudad de Buenos Aires.

Historia de la transfusión de sangre

La primera investigación en la transfusión de sangre data del siglo XVII en que el médico británico Guillermo Harvey describió completo la circulación y las propiedades de la sangre en 1628. Las transfusiones de primera sangre también tentativa alrededor de este tiempo, aunque éstos fueran a menudo fatales fracasado y probado en seres humanos.

La primera transfusión de sangre acertada registrada fue realizada por el médico británico Richard más bajo en 1665 cuando él casi sangró un perro a la muerte y después restableció el animal haciendo una trasfusión sangre de otro perro vía una arteria atada.

En 1667, Jean-Baptiste Denis que era médico a rey Louis XIV, realizado la transfusión de la sangre de un animal a un ser humano. Denis hizo una trasfusión la sangre de una oveja a un muchacho de 15 años y más adelante a un trabajador, ambos de los cuales sobrevivieron las transfusiones.

En 1818, el obstétrico británico James Blundell hizo una trasfusión con éxito sangre humana a un paciente que hemorrhaged durante parto.

En 1901, Karl Landsteiner, un médico austríaco descubrió los primeros grupos sanguíneos humanos, que ayudaron a la transfusión para convertirse en una práctica más segura. Realizándose experimenta en cuál él mezcló las muestras de sangre recogidas de su estado mayor, Landsteiner descubrió los grupos sanguíneos A, B y O y estableció los principales básicos de la compatibilidad del ABO. En 1907, un cirujano americano llamó Reuben Ottenberg sugirió que la sangre paciente y dispensadora de aceite ser agrupado y cruzado fueran igualados antes de un procedimiento de la transfusión de sangre.

Entre 1914 y 1918, los anticoagulantes tales como citrato de sodio fueron encontrados para prolongar la vida útil de la sangre y de la refrigeración también demostradas ser los medios efectivos de preservar sangre. En los años 20 y los años 30, la donación voluntaria de la sangre para el almacenamiento y el uso fueron comenzados.

Aproximadamente el mismo tiempo, Edwin Cohn desarrolló el fraccionamiento frío del etanol, un método de analizar sangre en sus piezas para obtener la albúmina, la gamaglobulina y el fibrinógeno, por ejemplo.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la transfusión de sangre fue utilizada a gran escala para tratar a soldados heridos y llegó a ser bien conocida como procedimiento de la salvación de vidas.