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Fue durante un operativo de control de la Gendarmería en el Paraje Urutaú, en Santiago del Estero, que terminó con cuatro detenidos.
El entrenamiento de los gendarmes abocados a los controles vehiculares en rutas los lleva a prestar especial atención a comportamientos, gestos, vestimentas y cualquier mínimo detalle fuera de lo común. Eso que en la fuerza llaman “semblanteo” les llevó a prestar especial atención a la irritabilidad con la que el conductor de una Nissan Frontier asumió el operativo que había detenido su marcha en un retén del Paraje Urutaú, cerca de Monte Quemado, en Santiago del Estero. El resto del trabajo lo hizo Jasy, una perra antinarcóticos de la Gendarmería, que reaccionó indubitablemente en cuanto le abrieron la puerta trasera de la cabina de la camioneta: allí aparecieron los primeros “ladrillos” de un cargamento de 55 kilos de cocaína.
Fuentes de la fuerza de seguridad federal informaron que el operativo fue llevado a cabo por efectivos del Escuadrón 59 “Santiago del Estero” en el kilómetro 465 de la Ruta Nacional 16. Mientras los gendarmes comenzaban la revisión de la documentación, el conductor de la Nissan, un salteño que dijo que se dirigía a Chaco, “expresó su malestar por ser demorado y demostraba una actitud irritable e impaciente”.
Entró en acción Jasy. La perra detectora se sentó, inquieta, y le marcó a su instructor una de las puertas traseras de la camioneta. Los uniformados retiraron el panel interior de la puerta y hallaron varios paquetes rectangulares envueltos en cinta. Eso los llevó a comenzar a quitar otros paneles y a buscar más compartimientos ocultos; en el paragolpes delantero y en otras partes de la carrocería detectaron 52 “ladrillos”.
La prueba de Narcotest comprobó que se trataba de cocaína y el conteo arrojó un peso total de 55,4 kilos de droga.
El Juzgado Federal de Santiago del Estero ordenó el decomiso de la droga y el secuestro del rodado. También, dispuso la detención del involucrado.
Otro operativo
Cuatro horas antes de aquel procedimiento, los gendarmes inspeccionaron un Volkswagen Voyage en el que viajaban tres hombres y una mujer desde la zona rural de Pozo del Toba hasta la localidad de Quimilí.
Durante la requisa, los uniformados detectaron que dentro de dos mochilas había 10 paquetes de marihuana con un peso total de 7,649 kilos. Los cuatro ocupantes del auto quedaron detenidos a disposición del mismo juzgado federal. Fuente La Nación
